miércoles, marzo 29, 2006

Retraso y decadencia de España: ¿un problema histórico?



Leía ayer publicado en el mundo.es los resultados del último informe elaborado por el Foro Económico Mundial, en donde España cae dos puestos en relación al año pasado. Lo que hace el FEM es estudiar el desarrollo tecnológico de 116 países y elaborar anualmente una clasificación mundial en este ámbito.

La cuestión está en que España cada vez va peor, dado que en los últimos años nuestro país no ha hecho más que descender en el dichoso ránking (en el año 2002 estábamos en el puesto 25), puesto que a pesar de que España crece, no lo hace de la misma forma que el resto.

No es suficiente con invertir en desarrollo tecnológico, sino que hay que crecer a un ritmo determinado, ritmo que en esta sociedad de la información es muy fuerte. El mundo desarrollado crece a un ritmo vertiginoso (dirá Castells, al ritmo que marca la lógica de Internet) y como España no le va a la zaga, pues nuestras diferencias con los líderes mundiales cada vez son mayores.

El caso es que me pregunto si el retraso -o el problema, como queráis llamarlo- español es histórico. Desde la desintegración del imperio "en el que no se ponía el sol", llevamos siglos sin levantar cabeza. Para más inri, los dos últimos siglos han estado caracterizados por la crisis política, por los gobiernos inestables (véase I y II república) y, para colmo de males, el remate final con los 40 años de dictadura franquista.
Tampoco comentaré, ya en periodo democrático, los escándalos de corrupción del gobierno socialista liderado por Felipe González, ni la gestión del absolutista José María Aznar (conservador), como tampoco el populismo al que nos tiene acostumbrados José Luis Rodríguez Zapatero (progresista).

Me pregunto si nuestro atraso tiene solución o si por el contrario, la historia ya ha puesto a España en su lugar, es decir, a la cola de Europa.

Un saludo a todos!

martes, marzo 21, 2006

Los contenidos violentos de la tele sí influyen en los niños. Y mucho


No lo digo yo, sino decenas de investigaciones publicadas con rigurosos trabajos de campo que verifican la fuerte influencia que los contenidos televisivos violentos ejercen sobre la infancia.

Creo que uno de los trabajos más serios, principalmente por su rigor metodológico, es el de Mª Carmen García Galera, Televisión, violencia e infancia, donde la autora -Doctora por la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense- presenta un estudio hecho a más de 400 niños de estratos socioeconómicos diversos.

No es ninguna novedad editorial (salió publicado en Gedisa en el año 2000), pero estos días releyéndolo recupero algunas conclusiones que no tienen desperdicio:

1. Los niños pasan más de dos horas diarias delante de la tele, siendo los de los estratos socioeconómicos y culturales más bajos los que ven más horas de programación televisiva.

2. A más tele, menos actividades alternativas de carácter pedagógico.

3. Los programas de televisión de contenido violento enseñan y provocan en los niños conductas violentas. Además, los críos tomas como modelos a personajes violentos (en vez de, por ejemplo, a sus padres).

4. El perfil del niño que más se ve influenciado por la violencia televisiva es: un niño, de entre 11 y 12 años perteneciente a un estrato socioeconómico y cultural inferior, que pasa más de 2 horas semanales (4 los fines de semana) delante de la caja tonta y que utiliza con cierta frecuencia la violencia en sus relaciones sociales.

Si queremos mejorar la educación de los más pequeños, habrá que empezar por casa, ¿no?

Un saludo!!!!!!

lunes, marzo 13, 2006

... Y la escucha fue antes que el habla


Qué ganas tenía de comentar los resultados de la encuesta que colgué hace tiempo en este blog. Ante todo: muchas gracias a los que habéis participado.

Sólo quería saber la importancia que la gente le concede a la comunicación, porque quizá una de las principales características de nuestro tiempo es precisamente todo lo contrario, es decir, la incomunicación. Creo que lo más preocupante de la situación es que la incomunicación nos lleva al aislamiento, a la soledad e incluso a la muerte. Es muy significativo el cuadro de "El Grito" en el que el individuo protagonista queda literalmente deformado (es un ente fantasmagórico) por la soledad que siente debido a la lejanía de los otros, que aparecen en el fondo de la imagen.

Creo que en las prácticas comunicativas fallamos bastante y que es en el día a día donde ponemos en evidencia nuestra escasa apertura al otro.

Bueno, a lo que iba. La mayoría de la gente que ha contestado a la pregunta de "¿Te gusta escuchar?" ha afirmado que prefiere escuchar antes que hablar. Una minoría prefiere hablar ante que escuchar y casi nadie reconoce públicamente que pasa de la comunicación en general.

Si entendemos la comunicación como el entendimiento, como el encuentro sólo posible entre seres racionales, la escucha es, sin lugar a dudas, un paso imprescindible, acaso el más determinante de todos.

Parece que nuestros lectores están de acuerdo en esto...