lunes, septiembre 25, 2006

Sobre depósitos, Ítacas, tesis y otros menesteres

Tras más de cuatro años y medio dándole vueltas a la investigación, finalmente he depositado la tesis. ¿Qué significa? Pues que ya ha comenzado la cuenta atrás hasta el gran día, ese en el que defiendes tu tesis doctoral y obtienes el título de doctor (al fin!).

Tres reflexiones al hilo de esta cuestión.

1. Hacer la tesis doctoral es muy muy duro. Quien diga lo contrario miente o, en su defecto, no dice del todo la verdad. Si no quieres pasar el mal trago de la investigación puedes convertirte en un fraude, cosa que es más fácil aunque algo más cara. Con esto quiero decir que hay páginas web en las que te hacen la tesis doctoral e incluso te preparan la defensa ante tribunal!!!! Una última solución es cogerte un director de moral laxa... De esta manera, tendrás tesis, pero no conocimiento, ni saber, ni ciencia ni nada de nada...

2. (NOTA: absténganse de leer este punto los doctorandos agobiados y pasen directamente al punto 3). Si llego a saber lo que me iba costar sacarla adelante, creo que no lo hubiera intentado. Menos mal que mi inconsciencia juvenil no me hizo recapacitar en lo que se me venía encima, si no hoy no estaría inmersa en el fascinante mundo universitario. Sinceramente, si alguien me dice hace casi cinco años que he de renunciar a mis vacaciones durante todo este tiempo, constantemente rechazando planes, estudiar de 10 a 12 horas al día y entrar en estados de locura-depresión en algunos momentos... lo hubiera mandado a paseo a él, la tesis, la academia y a la comunidad científica entera.

3. Pero lo cierto y verdad es que merece la pena. Este primer período de formación es fascinante porque te queda todo por descubrir. Conforme vas investigando tomas consciencia de todo lo que te queda por saber, lo que supone además forjarte un enorme espíritu de superación.

La tesis doctoral es únicamente el inicio, el pistoletazo de salida. Trata de alargar su periodo de elaboración porque lo importante no es hacerla, sino haber aprendido en el camino.
POr eso, como dice Kavafis en su famoso poema (léelo entero aquí),

"Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.

(...)

Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.

(...)
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:

Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas".

Mucho ánimo a todos los que estáis buscando vuestra Ítaca particular
... Y deciros que no sucumbáis a los malos momentos. Si total, hay tantas Ítacas como ganas de aprender...
Yo ya encontré mi "primera Ítaca", pero ahora me quedan tantas y tantas por descubrir...

Un abrazo a todos!

martes, septiembre 19, 2006

La degeneración de lo comunicativo o cómo hacer un mal uso de la comunicación en el ámbito laboral (II parte)


Hablábamos en la I parte de esta entrada sobre la proliferación de la falsa comunicación que inicia el trabajador mediocre en el ámbito laboral.

La cuestión está ahora en cuáles son los resultados de la mezquindad en la comunicación. Dice Martín Algarra (en el artículo que ya hemos comentado en alguna ocasión "Hablar para entenderse") que la incomunicación (como es el caso que nos ocupa) nos lleva al aislamiento, a la soledad e incluso a la muerte.

En el trabajo, supongo que la muerte laboral será la "desaparición" del trabajador de la empresa, es decir, el despido.

El quid de la cuestión es que el problema vendrá cuando los procesos pseudocomunicativos (falso-comunicativos) generen espirales en las que cabe de todo: las acusaciones, la calumnia, la injuria, la mentira...

Una vez más, aboguemos por la comunicación, por escuchar y estar abiertos a nuestro interlocutor, por tener un firme compromiso en alcanzar el entendimiento.

Un abrazo a todos!

viernes, septiembre 15, 2006

Coherencia, muerte y contienda

Me pasan unos pensamientos preciosos: terribles pero preciosos. Qué bonito, por poético, es a veces el sufrimiento.

Así siente el poeta en medio de la contienda, así siente el filósofo en el enfrentamiento: ambos nos enseñan a vivir coherentemente aunque con ello perdamos la vida. Cuando una injusticia conlleva la muerte, el único consuelo es haber actuado dignamente, conforme a nuestros principios. Quizá al final sólo nos quede eso, no habernos traicionado a nosotros mismos.

Leed los párrafos siguientes, no tienen desperdicio.

"Siento la dosis de soledad justa para ser y hacerme de una pieza: estoy solo en esta guerra porque no comparto, ni de lejos, con ninguno de los bandos en contienda ninguna de las motivaciones fundamentales que mueven su acción. Estoy solo porque me he movido exclusivamente por razones nobles que ponía ante mis ojos mi propia conciencia y nunca mirando por mis intereses...

Pero ya he "caído" en la primera paradoja: sí tengo intereses propios, mantener limpia mi conciencia sin actuar pensando en causar daño y, en general, ser yo mismo. Cada día veo más importante ser yo, yo, yo, sin esperar nada fuera de la propia satisfacción de quien siente que puede ir con la cabeza muy alta por la vida: ¡qué sensación de plenitud y de paz, aún en medio de la guerra, en el seno de la guerra misma!

Me pueden alcanzar los tiros pero mi victoria está asegurada porque no veo blanco y negro exclusivamente y sí percibo, en cambio, una amplísima gama de grises
en la que todo está fundido y confundido. Pero en mí no hay confusión ni deseo de haber actuado de una manera diferente a como lo he hecho aunque me quede sin nada y tenga que partir al exilio.

Y pensaba que estoy solo en esta guerra porque nadie comparte estas cosas -y otras, todas por el estilo- conmigo. Me veo solo "ensayando" mi propia muerte, porque he de morir solo".

jueves, septiembre 07, 2006

Imágenes para el recuerdo (I)



¿Por qué hacemos fotografías en los momentos más especiales de nuestras vidas? ¿Para qué? Total, ese efímero instante pasará y ya nada nos quedará de él.

¿O sí? Efectivamente, nos queda el recuerdo, al final, de lo que hemos vivido sólo nos queda eso y una buena o mala experiencia. Por eso fotografiamos, para no olvidar quiénes somos, para re-vivir el pasado.

Me encantan las fotografías. Tengo una manía que espero superar con el tiempo: las tengo todas guardadas en una gran saco. Cientos y cientos de ellas. De vez en cuando (muy de vez en cuando), me siento en mi habitación a rememorar lo que fui, a entender un poco mejor lo que soy. No sé exactamente la razón, pero recorriendo los años de mi vida, sonrío con un enorme sentimiento de añoranza. Por eso no sé si dentro de cuarenta años podré soportar esta afición mía...

BUeno, como las de los últimos dos años las tengo únicamente en formato digital (otra manía, no imprimo ninguna) a lo mejor es menos triste rememorar el pasado en bits...

Un abrazo "fotográfico" a todos!
Pd. Por cierto, nuestra Suxi se ha licenciado esta mañana!! Después de muchos meses currando de lo lindo, al fin ha presentado su trabajo final de investigación, sobre menores y contenidos audiovisuales. Como el trabajo no tiene desperdicio, prometo una entrada comentando las conclusiones más suculentas.
Pd 2. Si Suxi se anima y la pillo antes de que se vaya a Perú, podíamos publicar algunas partes de su buen trabajo en este blog... Todo se andará!!
Más abrazos,