jueves, mayo 17, 2007

Justicias e injusticias: sobre las virtudes cardinales

Fue mi tercer curso de periodismo un tremendo annus horribilis por una cuestión muy simple: me aburrían soberanamente la mayor parte de las asignaturas. Por ejemplo, allá por el año 99 Internet iba que no iba, así que Tecnología de la Información (una de las troncales) era una materia soporífera en la que te pasabas toda una hora para que se cargara una sola página web.

En mi memoria, aquél año ha quedado marcado por la modorra y la somnolencia (en lo académico, claro, siempre en lo académico). Paradojas que tiene la vida, años más tarde el destino quiso que yo terminara dando clase precisamente en el "curso maldito", es decir, tercero, y ahí me quedé con Tecnología de la Información varias temporadas.

El caso es que en medio del aburrimiento recuerdo una clase sobre la justicia (en Ética de la Información) que me viene a la memoria de tanto en tanto. Es curioso como los escasos retazos que recuerdo de aquél año tienen que ver con esa asignatura de Ética, que en su momento no me dijo mucho y que ahora siento no haber sabido aprovechar más (cómo cambiarían las cosas si estudiáramos en la universidad siendo un poco más mayores). BUeno, volviendo a la justicia, decía el profesor que la justicia es darle a cada uno lo que se merece (Aristóteles), por lo que el "pan para todos" comunista, por citar un caso, sería una tremenda injusticia. Sería algo así como que coma pan solamente aquél que se lo haya ganado y sea merecedor de ello. También se comentó lo de que es peor cometer una injusticia que padecerla, porque quien la comete se convierte en un injusto y quien la padece no.

Ser justo, ecuánime es terriblemente difícil, la verdad es que no sé ni siquiera si es posible. Quizá lo peor no sea eso, sino el tomar conciencia de que has obrado injustamente. Ser consciente de haber cometido una injusticia es una carga que pesa toneladas de remordimiento sobre la moral.
Y es que la justicia es una de las cuatro virtudes cardinales, es decir, aquellas que son el principio y fundamento de las demás virtudes. De ahí que alcanzarlas no sea una tarea muy fácil.

Junto a la justicia están:

- La PRUDENCIA: discernir lo que es bueno de lo que es malo.

- La FORTALEZA: la fuerza para vencer al temor y a la adversidad.

- La TEMPLANZA: la moderación, supeditar las pasiones a la razón.

3 comentarios:

María dijo...

Parece que empezaras describiendo mi 4º año!! En la vida me había aburrido tanto como ahora. Este segundo cuatrimestre está siendo mortal en clase(zzzzz); sin embargo, es el mejor con diferencia porque a pesar de que es muy cansado estar tantas horas en la universidad, nuncame aburro porque siempre hay alguien con quien charlar, ya que estamos todos igual, haciendo tiempo porque sólo tenemos clase a horas sueltas. Menos mal que no tengo ética este año, porque ha sido una de las peores de toda la carrera!

En cuanto a la justicia, aunque estoy totalmente de acuerdo con Aristóteles,la verdad es que hay veces que pienso que la justicia no existe, o al menos no de forma completa, perfecta.
BYe!

Leo García-Jiménez dijo...

Recuerdo que mi último año de carrera se me pasó en un plis, porque me incorporé ya tarde, en marzo, por el erasmus. Y recuerdo también que cuando llegué me encontré con mogollón de asignaturas que me encantaron: opinión pública, historia de la comunicación, periodismo audiovisual... Es cierto que disfruté mucho, algo parecido a lo que me pasó en COU. NO sé, supongo que será el rollito con el que empieces el curso, las ganas, etc. etc.

Lo de la justicia perfecta yo también creo que es una utopía, situación que es una p.: cada vez me pesa más ser consciente de no haber obrado justamente. Supongo que serán los años...
See you!

María dijo...

Opinión pública me gustó un montón, ojalá hubiera durado todo el curso. Y en PAV me lo paso genial en las clases con Conchita, pero lo que ella nos explica luego nos lo explican en PAV teórica, en Información en TV... y bueno, historia del periodismo es peor que una tortura china!! Me gustó infinitamente más la que dimos en 1º, historia del periodismo universal.

A mí siempre me ha pesado demasiado ser injusta con la gente; es algo que me ha hecho sentir muy culpable, desde muy pequeña. Pero también es algo que vino por las circunstancias, no creo que sea algo normal en todo el mundo.
Talueeee!