miércoles, febrero 28, 2007

James Cameron se mete a profeta o a teólogo, como prefieran


James Cameron es ese "gran director" de la película Titanic, historia de amor increíble entre Kate Winslet y Leonardo Di Caprio. Y digo increíble porque realmente no sé si alguien se creyó la puesta en escena que "mamá" Winslet hizo con su "hijo" Di Caprio. Si la interpretación de los actores resultó un auténtico fiasco, para más inri, durante la promoción de la película "la Winslet" hizo gala de su gran clase y glamour contando a los cuatro vientos cómo Di Caprio y ella misma tenían que hacer sus necesidades urinarias en el agua durante el rodaje (!).

El caso es que yo también fui al cine a ver Titanic, más que nada por el hundimiento, que siempre está bien verlo en pantalla gigante. No se me olvidará el día en el que fui a ver la peli, con la sala llena de gente haciendo pucheros (simplemente patético, que diría Tamara). Y como la sala estaba hasta la bandera el silencio no estuvo presente durante toda la proyección (esto siempre me cabrea bastante. ¿Por qué irá la gente al cine a hablar y comentar la peli con el de al lado? ¿Por qué tantos tienen vocación de críticos?).

La verdad es que debo mucho a Titanic. Ya sé que toda película en la que intervenga mi querida Kate, mi amado Leo (a pesar de Scorsese y sus Infiltrados) y, sobre todo, esté dirigida por el gran Cameron, no merece la pena. Es un filtro que hasta ahora no me ha fallado.
A todo esto, el otro día y aprovechando el tirón de la gala de los Oscar, mi admirado director presentó su última gran investigación y diarrea mental: un documental sobre los hallazgos de una tumba de hace 2.000 años, tumba que según Cameron pertenece a Jesucristo. Como él es arqueólogo, historiador, químico, vamos un auténtico científico, el documental desarrolla la hipótesis de que Jesucristo no resucitó, de ahí que sus restos mortales permanezcan todavia en la tierra y vengan a hacer las delicias de directores de cine mediocres, como es el de la oscarizada Titanic.
Por eso no sirve de nada que el arqueólogo y profesor, el científico (este sí) "Amos Kloner, de la Universidad Bar-Ilan y arqueólogo oficial del Distrito de Jerusalén, que supervisó las excavaciones de la misma tumba en 1980, y es autor de numerosas obras sobre los descubrimientos, señale que las afirmaciones del documental "son sólo una farsa publicitaria, un excelente material para una película de televisión, pero un total sin sentido, algo absolutamente imposible". Amos, que descubrió la tumba en 1980 y la reveló al mundo, criticó duramente al Discovery Channel por utilizar una "estrategia de marketing". "La afirmación de que la tumba (de Jesús) ha sido encontrada no está basada en ninguna prueba y es solo una maniobra para vender" (en rojo la cita textual de la noticia).

Si total, como Cameron dice que es la tumba de Jesucristo hemos de creerle a él, como el nuevo mesías de la mentira, de la farsa y de la mediocridad.

No sé por qué algunos se empeñan en permanecer en el candelero a través del camino más corto y sencillo, en este caso, a trávés del escándalo. Y luego nos quejamos de la picaresca española!!

miércoles, febrero 21, 2007

La clase política en la picota o por qué ésta no gobierna: sólo interesa el poder a secas, sin más

El descontento de la ciudadanía con la clase política es quizá uno de los rasgos más característicos de este maravilloso sistema democrático que tenemos en España. El contento y la desafección no es hacia algún partido político concreto, sino hacia los políticos en general, sin mayor discernimiento de partido, ideología o candidato. Es, a lo mejor, este hecho el que explica la baja participación que ha tenido el referendum celebrado en Andalucía hace tan sólo unos días.

Una de las principales críticas es que la clase política centra sus intereses en la "discusión metapolítica", es decir, en el discurso sobre la política. Me explico. Interesa más lo que tú has dicho sobre una cosa que afirmó ayer no se qué fulano, que la solución del asunto en sí. Las comparecencias se suceden por doquier, no para solucionar los problemas, sino para desmentir y desdecir al contrario. Panda de mediocres. En España tenemos una clase política que, sinceramente, no nos merecemos. ¿Es esta situación nueva? En absoluto. Supongo que los políticos que en 1898 hablaban de que éramos una superpotencia y de que venceríamos a Estados Unidos no se llevaban mucho con los Blanco, Zapatero, Rajoy o Acebes (nada más de mentarlos, acaba de salirme un sarpullido casi sin proponérmelo).

La verdad es que he de decir que esta es la opinión que me merecen los políticos a nivel nacional, no así autonómico o local, donde, evidentemente, no hay espacio para la "metapolítica" (no escibiré sobre la política regional, mejor lo dejo para otro momento).

Pues bien, al hilo de esta clase política nacional tan nuestra, escribía hace unos días en ABC Olegario González de Cardenal, de la Real Academia de Ciencias MOrales y Políticas, un artículo titulado "Dinamismos sociales y poder político". EL artículo no tiene desperdicio. Como prefiero que lo leáis directamente, sólo diré con lo que me he quedado: "Los pilares que sostienen la casa de la patria son la ciencia, la cultura, la moral y la religión. La política no es su soberana, sino la sierva que debe velar por ellas".

UN saludo a todos!

jueves, febrero 15, 2007

La Universidad del siglo XXI: ¿escuela profesional?

No sé, tengo la sensación de que con cada nuevo comentario me meto en callejones sin salida. Pero... ¡benditos callejones!

Es posible que la Universidad haya perdido parte del espíritu que la impregnó en otra época. Realmente creo que la Universidad es la cuna -cuasi sagrada- del saber; el espacio perfecto y autónomo (del poder político, religioso, etc.) para la construcción del conocimiento; la formación intelectual y espiritual; la potenciación de la libertad de espíritu, del espíritu crítico...
En realidad, el universitario debería ser aquella persona que piensa y piensa por sí misma, que critica, que comprende la realidad y el mundo, con toda la complejidad que ello entraña. La pregunta es: ¿qué queda de todo esto en la Universidad del siglo XXI?

Es muy probable que la profesionalización de la Universidad, en el sentido de regir a la Universidad en función de los títulos que demanda el mercado, haya provocado la pérdida, en parte, del espíritu universitario "tradicional". La convergencia de Bolonia (el espacio único europeo de educación superior) hacia la que nos dirigimos quizá no ayude demasidado a contrarrestar esta tendencia, al contrario, quizá la fomente.

En el caso concreto de las Facultades de Comunicación, la profesionalización queda reflejada en la potenciación de la formación técnica, dejando en un segundo plano (o en un tercero, o casi desapareciendo) la formación teórica. En nuestras facultades, éste es un lastre que arrastramos desde que se fundaran allá por la década de los 70. Nos hemos dedicado a ser "escuelas técnicas" en Comunicación, lo que queda bastante lejos de la formación profunda y del conocimiento que debe poseer el profesional que ejerce algún trabajo relacionado con el mundo de la Comunicación (medios de comunicación, gabinetes, asesoramiento, industrias culturales, etc.).

En este sentido, la asignatura de Teoría de la Comunicación, o mejor dicho, la asignatura de Teorías de la Comunicación, es una de las "bestias negras" de la carrera. El ámbito más teórico de la comunicación no suele despertar muchas simpatías, debido precisamente a que no se le ve utilidad (técnica) ninguna. Tremendo error.

Aquí está la clave de todo. Desde el punto de vista de la docencia, ¿para qué sirven las Teorías de la Comunicación? Para pensar, para reflexionar, para comprender profundamente nuestro mundo, para, en definitiva, SER UNIVERSITARIOS.

¿Hay alguna utilidad que sea mejor que esa?
Un abrazo!

jueves, febrero 08, 2007

Estamos de enhorabuena: Congreso Internacional en Murcia (España)


Murcia es una comunidad autónoma del sureste de España (aquí tienes más cosillas sobre esta región).

No sé si por la ubicación geográfica (el sur, obviamente, queda más lejos del resto de Europa que el norte), por el carácter de los murcianos, por la mala gestión política o por todas y cada una de estas causas juntas (con algunas otras más), históricamente no hemos tenido muy buena fama en el resto de España (es famoso lo de mata el rey y vete a Murcia). También es cierto que estereotipos arrastran todas las comunidades autónomas...

El caso es que esa imagen negativa empezó a cambiar hace ya varios años (supongo que a partir de los 90, momento en el que también se produjo el auge de la Región) y conforme pasa el tiempo me encuentro con más gente que termina viviendo en Murcia, por la calidad de vida, el clima, la gastronomía etc. etc. (por cierto, a ver si quitan ya la gala "Murcia, qué hermosa eres", evento con el que nos martiriza año tras año la televisión pública española. Desde aquí mi más rotundo ¡abajo Carlos Lozano!).

A lo que iba. Desde el punto de vista universitario, contamos con los tres tipos de universidades posibles en España: una politécnica, una pública y otra privada, situación que para una región de menos de un millón y medio de habitantes no está nada mal.

Pues bien, el próximo mes de junio se celebra aquí en Murcia (más concretamente en la playa de Los Alcázares, mar menor) la "7th International Conference of Sociocybernetics. TECHNOLOGY AND SOCIAL COMPLEXITY", por lo que creo que la investigación en comunicación de la Región está de enhorabuena.


Siempre es una buena noticia el hecho de que esta Comunidad Autónoma vaya a ser la sede de un congreso (puedes descargarte aquí más información sobre el mismo) organizado por la International Sociological Association (ISA), donde, además, estarán presentes bastantes trabajos elaborados por investigadores en comunicación.

Sí, lo reconozco, estoy tremendamente contenta por esto.

Un abrazo fuerte a todos!