jueves, agosto 09, 2007

¿Qué es el amor? A= (a+i+x) k... ¿Y la comunicación?

Terrible, simplemente, terrible. Qué manía tenemos los seres humanos de intentar reducirlo todo a fórmulas matemáticas, como si los sentimientos o el alma encajaran en el estatismo, la rigidez y la racionalidad de una combinación numérica.

Leía la entrevista a Eduard Punset en el Suplemento semanal (la puedes leer entera aquí) y lo que más me llamó la atención (aparte de reducir la cuestión del amor a pura biología) fue la fórmula matemática con la que el autor respondió a una pregunta absurda (ya se sabe, a preguntas absurdas, respuestas absurdas).

Dice el afamado lector: "¿Existe una fórmula del amor?"

Responde Punset: "A= (a+i+x) k. El amor es igual al apego afectivo (amor materno, escolarización...), más la inversión parental (construcción del nido), más la resistencia metabólica (vida emotiva y sexualidad), todo ello afectado por el entorno institucional (soporte social)".

Supongo que ambos (lector y entrevistado) habrán quedado satisfechos con tan magnánima aportación... YO, obviamente, no. Aunque sabemos que no podemos disociar lo cognitivo de lo emotivo, o como queráis, lo racional de lo emocional, en ocasiones los sentimientos (y entre ellos, sin lugar a dudas que el amor es el ejemplo más claro) no entienden de racionalidad. De ahí a decir que el amor es ciego sólo hay un paso...

Leyendo la entrevista he sentido lo mismo que al estudiar algunas perspectivas comunicativas que también trataron de reducir la comunicación a fórmulas matemáticas, como si la comunicación, que es entendimiento, que es el encuentro con el otro, que es la construcción conjunta de sentido, pudiera explicarse a través de una ecuación. Cuántas meteduras de pata para tratar de legitimar científicamente el estudio de la comunicación...

En fin, que ambas realidades (amor y comunicación) están íntimamente relacionadas: ambas crecen conforme más son compartidas, ambas son únicas y ambas reflejan lo mejor y peor del alma humana. Creo que me convence más esto últimos que las dichosas fórmulas...

UN saludo a todos!

Pd. Ahora sí que toca... Cierro el blog durante una temporada, pues el 24 de agosto marcho a México. El DF me espera, bueno, concretamente, las Universidades Autónoma de la Ciudad de México, Iberoamericana de León y Universidad de Colima. En la primera conoceré de cerca al GUCOM (Grupo hacia una comunicología posible) y realizaré las actividades que tengo programadas sobre "Teorías de la Comunicación en España" y "Metodologías de la investigación". En León , participaré en la Semana de la Comunicación con una conferencia sobre los nuevos retos de la comunicología frente a la incidencia de las TIC en la comunicación. Finalmente, en Colima, tengo programadas actividades varias sobre posmodernidad, comunicación política y metodologías.

México lindo... Así que lo dicho, nos vemos por aquí o por allá...

Adiossssss

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Le pese a quien le pese, el amor es pura biologia, al igual que todo lo que pasa en nuestros cuerpos biologicos.
Saber como funciona el amor y porque suceden las cosas que suceden cuando nos enamoramos, no hace que la magia que ello conlleva se pierda.
Es asi, el amor es un puro acto de supervivencia.

Leo García-Jiménez dijo...

muy buenas anónimo! siento contradecirte, pero no estoy de acuerdo contigo... el amor es el encuentro entre las almas y ahí no me sirve explicación biológica posible... alma e inmaterialidad, sentimiento etéreo, química espiritual, miradas interminables... no me quieras meter todo eso en una fórmula matemática!

un saludo!

Anónimo dijo...

Anónimo concuerdo contigo. El amor es química y biología. Dónde está el amor? en el alma? y dónde está el alma? pues, en el cerebro! Cuando Punset habla de la institución social, se refiere también al acto comunicativo per sé.