La verdad es que no suelo prestar mucha atención a los gupos que que se forman en facebook... Cualquier tontería, las más absurda de las tonterías, es una excusa (mala) para montar y ser parte de un grupo. Todavía me pregunto por qué tenemos esa imperiosa necesidad de pertenecer a algo, da igual lo que sea. Si miramos a esta situación desde la posmodernidad, diremos que hemos renunciado a los grandes ideales y contrarrestando esta tendencia prolifera el asociacionismo en microgrupo...
Bueno, el caso es que hoy le quiero hacer mi pequeño tributo al grupo de facebook de la generación de los años 70, porque es la mía y porque la descripción es muy muy atinada... Quién de los que ha nacido en los 70 no se siente identificado con todo esto? He aquí un corta y pega del grupo "generación de los 70 y punto!".
"El objeto de esta misiva es la de reivindicar una generación. La de todos aquellos que nacimos en la década de los 70 (un par de años arriba, años abajo), la de los que estamos currando de algo que nuestros padres ni podían soñar, la de los que vemos que el piso que compraron nuestros padres ahora vale 20 ó 30 veces más, la de los que estaremos pagando nuestra vivienda hasta los ¡60 años! Nosotros no estuvimos en la Guerra Civil, ni en mayo del 68, ni corrimos delante de los grises, no votamos la Constitución y nuestra memoria histórica comienza con las olimpiadas del '92. Por no vivir activamente la Transición se nos dice que no tenemos ideales y eso que sabemos de política más que nuestros padres y de lo que nunca sabrán nuestros hermanos pequeños y descendientes. Somos la última generación que hemos aprendido a jugar en la calle a las chapas, la peonza, las canicas, la comba, la goma, el rescate o el bote bote y, a la vez, somos la primera que hemos jugado a videojuegos. Hemos ido a parques de atracciones o visto dibujos animados en color. Los Reyes Magos no siempre nos traían lo que pedíamos, pero oíamos (y seguimos oyendo) que lo hemos tenido todo, a pesar de que los que vinieron después de nosotros sí lo tienen realmente y nadie se lo dice. Se nos ha etiquetado de generación X y tuvimos que tragarnos 'bodrios' como: Reality Bites, Melrose place o Sensación de vivir, que te gustaron en su momento, pero... vuélvelas a ver, verás qué chasco. Somos la generación de Compañeros, de Al salir de clase...Lloramos con la muerte de Chanquete, con la puta madre de Marco que no aparecía, con las putadas de la Señorita Rottenmayer. Somos una generación que hemos visto a Maradona hacer campaña contra la droga, que durante un tiempo tuvimos al baloncesto como el primero de los deportes (Gracias Chicho!). Hemos vestido vaqueros de campana, de pitillo, de pata de elefante y con la costura torcida; nos pusimos bombers sin miedo a parecer skin heads. Nuestro primer chándal era azul marino con franjas blancas en la manga y nuestras primeras zapatillas de marca las tuvimos pasados los 10 años (Esas J'hayber!). Entramos al colegio cuando el 1 de noviembre era el día de Todos los Santos y no Halloween, cuando todavía se podía repetir curso. Fuimos los últimos en hacer BUP y COU. Hemos sido las cobayas en el programa educativo, somos los primeros en incorporarnos a trabajar a través de una ETT y a los que menos les cuesta tirarnos del trabajo... Siempre nos recuerdan acontecimientos de antes que naciéramos, como si no hubiéramos vivido nada histórico. Nosotros hemos aprendido lo que era el terrorismo contando chistes de Irene Villa, vimos caer el muro de Berlín y a Boris Yeltsin borracho tocarle el culo a una secretaria; los de nuestra generación fueron a la guerra (Bosnia, etc.) cosa que nuestros padres no hicieron; gritamos OTAN no! bases fuera!, sin saber muy bien qué significaba y nos enteramos de golpe un 11 de septiembre. Aprendimos a programar el vídeo antes que nadie, jugamos con el Spectrum, odiamos a Bill Gates, vimos los primeros móviles y creímos que Internet sería un mundo libre. Somos la generación de Espinete, Don Pimpón y Chema 'el panadero farlopero'.Los q recordamos a Enrique del Pozo cantando con ganas abuelito dime tú... Los mundos de Yupi y las pesetas rubias con la jeta de Franco en algunas de ellas. Nos emocionamos con Superman, ET, los Goonies o En busca del Arca Perdida. Los del bocata de chorizo y mortadela y también Phosquitos, los Tigretones eran lo mejor, aunque aquello que empezaba (algo llamado Bollycao) no estaba del todo mal. Somos la generación del coche fantástico, Oliver y Benji... La generación que se cansó de ver las mamá chicho. La generación a la que le entra la risa floja cada vez que tratan de vendernos que España es favorita para un mundial. La última generación que veía a su padre poner la baca del coche hasta el culo de maletas para ir de vacaciones. La última generación de las litronas y los porros, y qué coño, la última generación cuerda que ha habido. La verdad es que no sé cómo hemos podido sobrevivir a nuestra infancia!!!! Mirando atrás es difícil creer que estemos vivos en la España de antes: Nosotros viajábamos en coches sin cinturones de seguridad traseros, sin sillitas especiales y sin air-bags, hacíamos viajes de más de 3h sin descanso con cinco personas apretujadas en el coche y no sufríamos el síndrome de la clase turista. No tuvimos puertas con protecciones, armarios o frascos de medicinas con tapa a prueba de niños. Andábamos en bicicleta sin casco, ni protectores para rodillas ni codos. Los columpios eran de metal y con esquinas en pico. Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día y solo volvíamos cuando se encendían las luces. No había móviles. Nos rompíamos los huesos y los dientes y no había ninguna ley para castigar a los culpables. Nos abríamos la cabeza jugando a guerras de piedras y no pasaba nada, eran cosas de niños y se curaban con mercromina (roja) y unos puntos y al día siguiente todos contentos. Íbamos a clase cargados de libros y cuadernos, todo metido en una mochila que, rara vez, tenía refuerzo para los hombros y, mucho menos, ruedas!!! Comíamos dulces y bebíamos refrescos, pero no éramos obesos. Si acaso alguno era gordo y punto. Estábamos siempre al aire libre, corriendo y jugando. Compartimos botellas de refrescos y nadie se contagió de nada. Sólo nos contagiábamos los piojos en el cole. Cosa que nuestras madres arreglaban lavándonos la cabeza con vinagre caliente (o los más afortunados con Orión). Y ligábamos con los niñ@s jugando a beso, verdad y atrevimiento o al conejo de la suerte, no en un Chat. Éramos responsables de nuestras acciones y arreábamos con las consecuencias. Sabías que se rifaba una hostia si vacilabas a un mayor. No había nadie para resolver eso. La idea de un padre protegiéndonos, si trasgredíamos alguna ley, era inadmisible, si acaso nos soltaba un guantazo o un zapatillazo y te callabas. Tuvimos libertad, fracaso, respeto, éxito y responsabilidad, y aprendimos a crecer con todo ello. Eres tú uno de ellos?? ¡Enhorabuena! Un saludo a todos! Cuidaos y que os vaya bien!!Saludos".
Es bueno, verdad?
4 comentarios:
No te emociones tanto, que a mí me llegó uno igualito de 10 años más tarde :P ¿De verdad vuestra memoria histórica empieza en el 92? ¡Imposible!
Pero sí es verdad lo que dices al principio: la gente se apunta a un bombardeo, con tal de que parezca que es como los demás (véase el "yo también... he pegado la lengua al congelador; me he puesto las zapatillas del revés"; o lo que sea...). Un abrazo!
hahaha, sí que es verdad, alucinante todas las tonterías que hay... hasta hoy he visto un test para ver qué golosina eres!!!!!!
aunque creo que nuestra memoria histórica comienza antes... El otro día en una conferencia estuvimos viendo un caso del que me acordaba perfectamente, un terrible terremoto en Colombia en 1985 y la retransmisión en directo de la muerte de la niña Omaira, que estuvo varios días atrapada entre los escombros hablando con los periodistas... terrible! pero he ahí donde creo que empieza la mía...
un abrazo!
Jeje, sí, el de las golosinas ya me ha parecido demasiado... pero los hay peores!!!!
En fin... yendo muy pero que muy para atrás, creo que mi memoria histórica empieza con el final de la guerra del golfo. Recuerdo que me puse súper contenta porque, cuando lo dijeron por tv, la hermana de mi padre me dijo: "la guerra ha acabado!", y yo pensé que se habían terminado todas las guerras del mundo. Sí, fue un gran día.
¡Querida Leo! Desde la última vez que entré en tu blog han pasado varias fotos por tu perfil... La última es especialmente divertida :)
También a mí me ha gustado ese "manifiesto generacional". Y, efectivamente, nuestra memoria histórica comienza mucho antes de las Olimpíadas. Tengo ya un recuerdo nítido del 23 de febrero de 1981, fallido golpe de Estado. No fuimos al colegio, y en televisión se pasaron todo el día poniendo películas de aventuras; recuerdo, por ejemplo, una sobre un barco pirata y un héroe un tanto lechuguino, a lo Ashley Wilkes de "Lo que el viento se llevó". Yo entendí que pasaba algo malo de verdad cuando me di cuenta de que en televisión no había más que pelis de aventuras.
¡Fue un día decisivo! Que España siguiera su rumbo es algo de lo que podemos sentirnos orgullosos. Y es una herencia que no debemos dilapidar.
Hoy como ayer somos, en cierto sentido, los mismos. Es lo que tiene el tiempo humano: el presente recapitula el pasado. ¡Saludos ultramarinos!
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