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Es una gran paradoja, pero cada vez estoy más segura de que los que terminamos estudiando a la comunicación lo hacemos con el afán de responder y superar nuestras propias limitaciones en ese terreno. Quizá esa necesidad yace solamente en el subconsciente. Quizá no... No sé. Ahora bien, sí sé que estudiar la comunicación y ser testigo de tus propios fracasos comunicativos hace de estos últimos algo todavía más terrible... Hoy eché mano de mi yo más teórico y fracasé estrepitosamente. "No me hables de academia, por favor". Doble fracaso, pues.
2 comentarios:
Es una teoría interesante.
Yo siempre he sido una persona muy tímida, que me ha costado mucho abrirme al mundo y estoy haciendo una carrera en la que tengo que comunicar(¿me?).
Supongo que es una forma de superar ciertas barreras, aunque claro, una vez superadas no podemos echar mano del marco teórico para la vida práctica.
Muy buena la idea de tu post. Un saludo, gringa!
Hey! Ruth! Cuánto tiempo!
No estoy de acuerdo contigo en una cosa, una vez superadas nuestras barreras los marcos teóricos son útiles para entender qué está pasando en un momento determinado, para darle sentido a lo que vivimos.
Aunque yo fracasara el otro día, sigo creyendo aquello de "no hay nada más práctico que una buena teoría".
saludos para ti, murcianica!!!! ;-)
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