sábado, marzo 26, 2011

Poder femenino y patriarcado en España: o sobre por qué deberíamos eliminar del calendario el día de la mujer trabajadora



Que el sistema patriarcal ha tenido como principal sustentador a la mujer es algo que sabíamos desde hace tiempo. Es decir, el que las instituciones sociales (empezando por las iglesias, pasando por los partidos políticos y terminando por las propias familias) hayan estados articuladas en torno a la figura masculina ha tenido algo de imposición, pero sobre todo, mucho de dominación ideológica. Lo que quiero decir en este punto es que la imposición implica una cierta resistencia; sin embargo, la dominación llega incluso a hacer que los grupos no aspiren a emanciparse de dicha dominación.

Ésa es la hegemonía a la que se referían en sus inicios más críticos los miembros de la Escuela de Birmingham: la hegemonía como imposición de una visión determinada de la realidad, haciendo que sea aceptada por todos. Supongo que el poder simbólico del que habla Bordieu tiene mucho que ver con esto, cuando habla de ese poder que no se hace presente y que permite a los poderosos mantenerlo y hacer que los dominados no aspiren a obtenerlo. Hablo aquí de poder como poder de significación, es decir, poder como la capacidad de definir la realidad.

Los poderosos serían aquellos grupos que tienen la capacidad de definir la realidad, de definir las formas posibles (y "válidas") de realizar la humanidad.

Un poco por todo esto, no termino de ver lo del "día internacional de la mujer trabajadora" (que fue hace ya algunas semanas, el pasado 8 de marzo). Parece que ahora oficialmente el título es el "día internacional de la mujer", aunque en la práctica partidos políticos y medios de comunicación siguen añadiendo a este día el adjetivo "trabajadora".

Aquí, obviamente, me voy a referir a la sociedad española, castiza, cainista, caciquil. Supongo que la situación, o mi propia perspectiva está agraviada y enfatizada por el sureño lugar geográfico y físico en el que me muevo (ya sabemos que las diferencias norte-sur están reproducidas dentro de los propios territorios nacionales).

No termino de verlo porque ese día se convierte en una reclamación de algo que a día de hoy sigue contanto con el sustento y el apoyo femeninos. Quiero decir, el reconocimiento de igualdad ante la ley es un hecho (en esta, mi sociedad, la española, no me refiero aquí a otros ámbitos geográficos, universalismo absolutista en el que no quisiera caer), de ahí que lo que están viciadas son las prácticas en el día a día. Y es en este punto en el que creo que en la reproducción del patriarcado la mujer sigue siendo una figura clave, precisamente por la falta de poder crítico y por la débil resistencia a las prácticas de las instituciones sociales. El día de la mujer trabajadora se convierte en una reclama en la que mujeres piden igualdad (una igualdad que, repito, por ley ya está concedida), pero que en su día a día continúan reproduciendo las lógicas propias de lo patriarcal (empezando por el terreno laboral con las consiguientes renuncias voluntarias en favor del bienestar del hogar familiar).

Además, tiene algo de insulto lo de mujer trabajadora, como si hasta 1911 no hubiéramos pegado palo al agua o como si por trabajar tuvieran que hacernos un monumento. Hagamos un día del estudiante o el inmigrante trabajador a ver qué tal queda.

Por todo esto, veo a ese día como un artefacto más de la sociedad patriarcal que tiene un poco de disfunción narcotizante, que dirían Lazarsfeld y Merton: con el 8 de marzo la sociedad ya siente que ha cumplido cívicamente por los 364 días restantes del año.

sábado, marzo 05, 2011

La Guerra de Irak desclasificada: Wikileaks y la nueva naturaleza del poder simbólico (O un magnífico documental sobre Assange y su organización)



Wikileaks y la información desclasificada que lleva publicando en su website y filtrando a los medios de comunicación tradicionales es más que un ejercicio de transparencia informativa. Supone un cambio en la naturaleza del poder simbólico, que es la capacidad para definir la realidad, la capacidad para determinar los elementos que son incluidos en nuestro mundo. Históricamente, el poder de definir la realidad ha recaído en las instituciones sociales: desde los partidos políticos, a las iglesias. Y por supuesto, los medios de comunicación, que a lo largo del siglo XX se terminaron convirtiendo en las instituciones sociales con mayor capacidad simbólica (también debido a la propia dependencia que de los medios tiene el resto de áreas de lo social -política, económica, religiosa, etc.-).

Pero de repente aparecen nuevas herramientas de difusión de información, las nuevas tecnologías como la gran promesa para construir un mundo mejor, más justo, menos abusivo. Y el sueño utópico de denuncia de los abusos de poder a gran escala parece que comienza a tornarse real. Wikileaks como arma política contra los excesos de gobiernos, wikileaks como azote de los poderosos.

La naturaleza del poder simbólico, de la capacidad de definir la realidad, está cambiando porque más actores pueden participar en la definición de nuestro mundo, de lo que es justo, de lo que es abusivo, de lo que es incluido, de lo que es excluido.

Ángel me pasa un documental sobre wikileaks excelente. Se titula wikirebels y relata la historia de la que sin duda se ha convertido en la mayor fuente de información de la historia. Como nota teórica que desarrollaré más adelante, destacar que resulta muy significativo el que wikileaks tenga que filtrar su información a los medios tradicionales para tener aunténtica influencia en lo social. El espacio público sigue presentando una enorme dependencia de los medios tradicionales.

Sobre el documental. Terrible los vídeos sobre la guerra de Irak en la que soldados estadounidenses asesinan a niños y civiles. Terribles los miles de documentos que relatan asesinatos en masa y torturas de niños delante de sus padres. La tele y Vietnam mostraron excesos y pinceladas de un cuadro monstruoso. Pero los documentos publicados por wikileaks nos han revelado hasta el último detalle del cuadro real y terrible que es la guerra. Sabíamos que quien participa en una contienda bélica pierde cualquier atisbo de humanidad. Pero no habíamos visto a soldados riendo tras el asesinato de civiles. Como si de un videojuego se tratara.