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* Utilizo aquí la expresión Reich como sinónimo de dominio, protagonismo y liderazgo de Alemania en las relaciones internacionales. IV Reich como una etapa histórica en la que Alemania de nuevo es un importante y clave actor en el panorama geoestratégico mundial.
Mientras la crisis no afloja sino todo lo contrario (España va de mal en peor), hay un país que sigue creciendo y parece que consolidando su economía en la tempestad financiera: Alemania. ¿Está siendo por el momento el país germano el gran vencedor de la batalla informacional?
Las dos guerras mundiales que padeció Europa a lo largo del siglo XX fueron batallas por la conquista del espacio físico y sus consiguientes fuentes de riqueza "materiales". Pero hoy, el poder no está unido al espacio físico, sino al espacio de flujos (financieros, de información, poder, innovación, investigación, etc.); el segundo cada vez adquiere una mayor importancia que el primero. Quizá podríamos resumir todos esos flujos en información, esto es, en la interacción y el intercambio. Es previsible que las batallas del siglo XXI se libren por el control de los flujos. Quizá la actual crisis sea la primera gran batalla por los flujos, contienda que, por ahora, gana Alemania. ¿Terminará consolidando finalmente su IV Reich tras los fallidos I (siglo X, Sacro Imperio Romano Germánico), II (siglo XIX, Imperio Alemán) y III (siglo XX, el Nazismo)?
La importancia en el control de los flujos es algo que planteó Manuel Castells en el primer volumen de su conocida trilogía de "La era de la información" allá por la década de los 90. Este planteamiento apunta que el espacio de redes, el espacio que conforman los intercambios entre los distintos países, actividades e individuos cada vez aquiere una mayor importancia que el espacio físico. Donde se juegan su futuro las economías, los países, las actividades (como por ejemplo de investigación y desarrollo) es en su capacidad para generar flujos.
¿Vence Alemania en la batalla informacional contemporánea? ¿O directamente perdemos todos? Quizá la crisis económica actual sea la primera guerra mundial de la posmodernidad. Tendría sentido. La posmodernidad entendida como lo fugaz, lo inmaterial, lo digital, etc. no podía repararnos guerras físicas y modernas. Tiempo al tiempo.
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