miércoles, octubre 25, 2006

Aspirar a la utopía es dignificar el espíritu

Aunque el título suene algo rimbombante, se trata únicamente de aspirar siempre a lo máximo, a la excelencia, aunque nuestros anhelos sean una verdadera utopía.

Pienso en esto al hilo de la conversación con un grupo de buenos alumnos (alumnos universitarios, en el sentido más excelente de la palabra. Si te apetece, mira al final de este comentario la ampliación que hago de esto*) de periodismo que reflexionaban sobre el sinsentido de la profesión periodística, cómo el periodista termina trabajando en un engranaje mediático en el que no existe (o existe poca) libertad (de expresión, de acción...).

Supongo que eso sucede en todas las profesiones, pero creo que esa realidad no debe arrancarnos la aspiración a un mundo mejor. Como decían los miembros de la Escuela de Frankfurt "lo que es no debería ser", por lo que no debemos renunciar a un estado en el que nuestro espíritu, al menos, sea digno.

Creo que en el horizonte de nuestras vidas siempre debe permanecer esta aspiración... Supongo que el ser humano debe huir de los 'paraísos' en los que no pueda 'ensanchar el alma' y realizarse en libertad.

Siempre nos quedará el abandono de unos mundos -profesionales- en pos de otros mejores: todo sirve con tal de no empobrecer el espíritu.
Un abrazo a todos!

* ¿Qué es un buen alumno universitario? Simplemente un alumno que piensa, que busca respuestas, que trata de saber por qué suceden los acontecimientos. Una persona inquieta que vive la universidad y que la universidad vive en él. Es el alumno que conserva la esencia y el espíritu universitarios.