sábado, mayo 05, 2007

En busca de sentido: respondiendo a los porqués



Sí, sí, ya sé que el titular me ha quedado pelín filosófico, pero son las horas en las que escribo, que no dan para más.

Dicen Berger y Luckmann (en un libro que recomiendo: Modernidad, pluralismo y crisis de sentido) que el sentido es encontrar una relación a las distintas experiencias que hemos vivido. Comparto plenamente esto. ¿POr qué me sucede lo que me sucede? Creo que es una pregunta tan humana que no hacerla nos deshumaniza o a lo mejor nos trivializa demasiado. Reconozco que responder no es nada fácil, al contrario. Además, supongo que han de pasar los años para que seamos capaces de hacerle frente a esta "terrible" pregunta. Cuando veo a ancianos amargados, refunfuñando todo el día y deprimidos estoy convencida de que es por el tema del sentido. MIrar atrás y no entender nada, no encontrar los porqués de la existencia es algo que no deseo a nadie.

POr ahora me quedo con lo que señalan los autores, que no vivimos crisis de sentido generales, sino concentradas en áreas concretas porque cada uno tiene su propio sistema de valores (claro está unos más sólidos que otros).

Preguntar(nos), siempre preguntar(nos). Cuando ejercí de periodista (hace ya varios años), me dieron una lección que siempre viene a mi memoria: "Pero ¿esto por qué sucede? POr qué, siempre tienes que responder al porqué, ahí está la clave de la noticia".

Y en esas sigo.

10 comentarios:

María dijo...

Cuando me dan mis ataques de pánico existenciales, que por suerte no es muy a menudo, por un lado me alegro porque me permite pensar a fondo en determinadas cosas y muchas veces descubro errores que estoy a tiempo de corregir.Otras veces encuentro errores enormes que es imposible enmendar, pero también está bien descubrirlos para no volver a cometerlos. No sé si me explico. Bueno da igual.Tampoco tenía nada que decir, y tengo demasiado sueño como para escribir nada coherente :P Bss

Leo García-Jiménez dijo...

Sí, sí que te explicas. Pero, María, además de lo que dices (aprender de las experiencias que vivimos), el sentido es tratar de encontrar la causa, tratar de responder a la pregunta de ¿por qué me ha sucedido esto?

En fin, tema interesante pero muuuy complicado.

see you!

Anónimo dijo...

¿por qué me ha sucedido esto?
Pues...
1. Porque he elegido x
2. Porque no he elegido y
3. Porque x implicaba z y no lo consideré
etcétera....

Porque cada acción, tiene una reación.

Gloria Gómez-Diago

Leo García-Jiménez dijo...

BUenas Gloria!Cuanto tiempo! bienvenida de nuevo.

El silogismo que planteas es cierto, lo que sucede es que a veces la lógica peca de superficialidad... Un silogismo puede estar bien construido desde la lógica, pero que no arroje una verdad.

Lo que planteas es un punto de partida, pero creo que hay que ir más lejos. Creo que el sentido de la vida es algo más profundo. POr eso cuando yo me pregunto "¿por qué me suecede esto?", me refiero a cuál es la relación que ese hecho en concreto tiene con el resto de experiencias que he vivido.

Algo así como que la vida adquiera una unidad... el sentido te ayuda a contemplar tu propia vida como unidad, no como un conjunto de fragmentos.

No sé si me explico...

Anónimo dijo...

Me sucede a veces lo que me sucede porque simplemente pienso que me va a suceder. Otras veces, sucede lo que no pensaba que sucediese, porque nunca me planteé que me pudiera suceder a mí. Y en éste lio de sucesos ,creo que el ser humano se encuentra básicamente con problemas existenciales porque no tenemos muy claro cuáles son nuestras creencias .
Yo,me me he propuesto ser amable conmigo y le he dejado a la VIDA la oportunidad de mostrarme el sentido.
Un abrazo a todos

Anónimo dijo...

María , es verdad que a veces no tenemos nada que decir y eso está bien . Pero tú aún con sueño, escribiste muy coherentemente.

Bésoles

María dijo...

Hola Susi! algo es algo, últimamente tengo taaanto sueño...
Hay días en los que me pregunto por qué continuamente porque me da la sensación de estar "fuera" y que todo simplemente va pasando. Por suerte luego hay días en los que todo marcha bien y tiene sentido.

Leo García-Jiménez dijo...

Jaja, MAría, me lo pones a huevo. Estoy con el tema de matrix y la posmodernidad en clase. ¿No será que todo es una gran ficción? Pregúntate como Neo ¿qué es matrix?

Bueno, rayadas aparte, ánimo para que todos los días marchen bien.

Nono dijo...

Me alegro de que mi última entrada del blog te haya inspirado para la tuya. He decidido no volver a formularme ningún porqué hasta mañana por la tarde (¿por qué será tan difícil aguantar?).

Anónimo dijo...

Tal vez la clásica búsqueda del sentido de la vida que buscan los adolescentes se relaciona con la INCONSISTENCIA. Yo busqué eso como un cliché más, algo que había que hacer y ya está, es decir, desde una postura “inconsistente”, sin fundamento personal deducido de supuestos o ideas propias. El sentido de la vida puede que sea la consistencia de los actos, y la búsqueda del sentido de la una sería la consistencia de lo que se dice. Cualquier cosa, cualquiera, si es consistente y auténtica, contribuye al sentido de la vida. Digo yo.
Claro que todo lo que se dice va cobrando cierta inconsistencia según transcurre el tiempo si no se evoluciona y profundiza en ello. Porque somos seres evolucionantes. De manera que esto que digo me resultará falto de consistencia una vez escrito y lo lea mañana.
O sea, que un simple trago de agua (no digamos la cerveza), hay que sentirlo, apreciarlo, cómo moja la boca, pasa suave por la garganta, intercambia la sed en otro sentir. Esto es darle consistencia al trago, a un hecho intrascendente y maquinal. Claro que está el día tan lleno de todos estos actos más bien inconsistentes... y uno no puede estar todo el tiempo imprimiendo consistencia a todo eso ni haciendo todo lo que le llena, porque si así fuera yo me conformaría con ese “sentido de la vida”, no buscaría más.
Sí, sí, en las pequeñas cosas, como dice el tópico, si no la felicidad (utopía) se halla el bienestar. Estoy en la playa, solo, en paz, escribiendo, echando humo... ¡esto es una pequeña gran cosa! ¿Y quien lo aprecia? Coches, marcas, dinero... eso no es nada al lado de esto (para mí). Y aquí viene la contracción, esencial en un ser pensante y evolucionante: gracias al dinero (coche, casa, etc.) gozo este momento y no estoy hecho un cabrón poniendo ladrillos. El quid está en poner límite a tus necesidades reales, e intentar disfrutar dentro de él.
- Esta última afirmación, tan consistente, se desmorona por eso mismo y por su contundencia.
Conclusión: ahí andamos.