A lo largo de la historia, la Iglesia ha estado unida al poder político: o ha colaborado con él o ha sido ella misma la encarnación del gobierno de turno. Ésa es su historia y como somos nuestra historia, pues suma y sigue. Supongo que yo ahora soy un poco el resultado de lo que fueron mis antepasados; tres cuartos de lo mismo con el poder eclesial. Claro, que hoy en día la influencia de la Iglesia cada vez es más reducida, lo que parece poner un poco nerviosos a los responsables de turno. Tal y como señalan Berger y Luckmann en "Modernidad, pluralismo y crisis de sentido", la influencia de esta institución se reduce al ámbito de lo privado. Y yo me alegro enormemente de ello; las colaboraciones de la Iglesia con el poder político nos han dejado ejemplos deleznables de sustentación de regímenes totalitarios que han arremetido contra la vida humana abiertamente. La Iglesia que gobierne almas; el poder material mejor en manos de laicos. La unión de poder y religión resulta una mezcla terrible, al final en nombre de Dios corremos el peligro de que todo valga. Además, el binomio política-religión resulta el caldo de cultivo idóneo para el aprovechamiento de advenedizos, es decir, aquellos a los que les importa un bledo Dios, pero que enarbolan su nombre para obtener cuantiosos beneficios de cualquier índole.
Hoy el papel de la Iglesia en la esfera pública se reduce a manifestaciones populares (algunas rídiculas, por cierto) y a intervenciones y protestas a través de los medios de comunicación cuando los asuntos sobre los que discrepar adquieren gran relevancia pública.
Supongo que este último es el caso de la muerte de Eluana Englaro. No tengo clara mi postura sobre este tema, de veras que no, sí que creo que si fuera mi hermana o mi madre no hubiera podido hacer lo que se ha hecho con esta chica. Claro, que esto que digo es un poco imbécil, es difícil empatizar (tratar de vivir en tu propia piel) con situaciones tan extremas. Pero ahí ha estado el Vaticano pronunciándose y presionando para evitar el fatal desenlace. Qué pena que la sede de San Pedro no siga la misma política con todos los asuntos que le atañen a ella directa o indirectamente.
10 comentarios:
Un artículo digno de una columna de opinión de un semanal de calidad.
Excelente argumentación.
Sólo una pega: no llegas a profundizar en el tema de la eutanasia.
Un besazo, Leo.
Gema! cuánto tiempo sin saber de ti! cómo estás? qué tal todo? tienes razón, debo entrarle a la eutanasia, que aquí he tirado la piedra pero he escondido la mano, jeje. Tengo que pensar más sobre eso, difícil me lo pones, muy difícil, pero lo haré...
un abrazo fuerte,
La alianza de la religión y la política es muy mala... excepto cuando el Mesías se llama Obama.
Hola Leo, soy Raúl el año pasado estuve en tu clase. Cómo va todo? todavía con los gringos ;-)? Estoy de lleno con el trabajo de fin de carrera y he pasado por aquí encontrándome con "La muerte y el Vaticano". Entiendo, y en algunos puntos, comparto tu opinión sobre la Iglesia pero creo que sería injusto que sólo se mostrase esa cara negativa de esta institución. Si, hizo, ha hecho y hará las cosas mal pero no se puede meter todo en el mismo saco. Te puedo contar que Caritas de la parroquia de mi barrio, ayuda a la gente con ropa y comida, a menudo hasta formándose cola, y pienso yo que el ayuntamiento está desbordado. Sin salir del lugar donde vivo, puedes dar con un comedor para personas pobres, sin techo, alcohólicas, etc. Es cierto que lo lleva un laico, un laico profundamente creyente, pero que empezó con esta tarea en la Parroquia de la que te acabo de hablar. No voy a dar muchos detalles porque no puedo, pero una Caja de Ahorros tiene como proyecto social construir un comedor que desempeñe funciones similares. Como este comedor lleva en marcha unos 10 años, se han puesto en contacto con este señor para que les guíe en el nuevo proyecto. También está la organización Entreculturas de la que se encargan los jesuitas... bueno, en definitiva, habrá cosas que haga la Iglesia haga mal pero también hay otras que hace bien y no creo que fuera justo olvidarse de esa otra cara de la moneda de la que casi nunca se habla. Hasta la vista Leo y encantado de seguir aprendiendo cosas contigo. Seguimos en contacto, Ciao!
BUenas Raúl! qué alegría encontrarte por aquí... Cómo te va todo? Tengo que escribirte con más detenimiento :-).
Me encanta que hayas sacado a colación la "buena cara" de la Iglesia, así le restas fatalismo a mi entrada. Te lo agradezco. Efectivamente, estoy de acuerdo contigo... Y aún más. La iglesia católica es la institución social que tiene más misiones-proyectos en el tercer mundo. Aparte, hace tiempo escribí sobre el importante papel que desempeña esta institución como guardiana del sentido, como sustentadora de reservas de sentido (Berger y Luckmann).
Peeeeero, esta entrada no trataba de hacer un análisis "objetivo" de la Iglesia Católica. Al contrario. Es una opinión personal plenamente subjetiva y, por tanto, sólo reflejo en ella aquello sobre lo que opino, la faceta de la realidad sobre la que estoy escribiendo (aquí la relación de la Iglesia con el poder).
Entiendo lo que dices... La Iglesia Católica tiene una malísima imagen y con frecuencia destacamos lo más nefasto de ella, como en este caso, la jerarquía, para mí completamente deleznable.
Un día escribiré otra entrada de opinión acerca de las fortalezas de la madre iglesia. Pero en este comentario quise ser descaradamente subjetiva ;-).
seguimos "hablando",
un abrazo,
Querida Leo: ¡Leerte nunca deja indiferente! Y esta vez tampoco. Muchas cosas me gustaría comentar aquí sobre tu último post, visceral y directo. Permíteme que haga alusión a algunas.
A diferencia de Gema, no me parece que el debate sobre la eutanasia tenga aquí –o deba tener– un lugar destacado. Más bien me da la impresión de que constituye el punto de enganche con la actualidad, la ocasión que te da pie para comentar algo que te interesa: el lugar de la Iglesia católica en la escena pública. Y para llegar a este asunto edificas la argumentación, con algo de prisa, sobre fundamentos que habría que repensar. La idea de que la Iglesia ha estado siempre ligada al poder, de un modo u otro, es cara a las leyendas negras, pero no se corresponde con la realidad histórica; no lo hace diacrónicamente –recuerda que ha habido épocas, antes y después, en las que los cristianos eran marginados, acosados o masacrados– ni sincrónicamente –hoy mismo, en distintos regímenes, la Iglesia subsiste en condiciones de persecución–. Por supuesto, esto no significa negar o menospreciar los excesos y las injusticias. Ya Agustín de Hipona sostenía que la Ciudad de Dios y la Iglesia no se identifican: trigo y cizaña están dramáticamente mezclados.
Por otro lado, la dicotomía entre 'proyección pública' e 'influencia privada' me recuerda a parejas de conceptos como 'progresista-conservador': depende de en qué contexto se ubiquen, adquieren un significado u otro (y se prestan a valoraciones distintas). Que la influencia de la Iglesia se redujese, de hecho, al ámbito meramente privado daría lugar ipso facto a un caos social. No se te escapa, como has comentado con Raúl, que la Iglesia lleva a cabo una ingente labor solidaria – cosa que, particularmente en tiempos de crisis, se agradece enormemente. Más aún: ¿dónde colocamos la vertiente social de la fe? Muchas personas han descubierto la densidad y belleza de la vida gracias al Evangelio; de ahí brota, sin duda alguna, una determinada actitud hacia los demás, una proyección social. ¿Es esto público o privado? Más bien parece que esta dicotomía resulta demasiado rígida para intentar comprender la realidad.
Creo que los desajustes anteriores provienen de una idea que en tu post sólo está implícita, pero que ejerce de columna vertebradora. Me refiero al concepto de Iglesia. Da la impresión de que se la identifica –muy probablemente, sin pretenderlo– con un grupo de personas que ejerce influencia en asuntos políticos. Perfectamente te das cuenta de que se trata de una visión reduccionista. 'Ecclesia' es asamblea, reunión de creyentes aunados por una misma fe. Resulta urgente abandonar la noción reductiva, que es elitista y no responde a la realidad eclesial; más bien brota de una tendencia simplificadora, que en la comprensión de la sociedad –como en la comprensión de la ciencia– sirve de poca ayuda.
¡Leo! Es muy grato dialogar sobre temas importantes... aunque nos separen miles de kilómetros de océano y tierra firme. ¡Saludos ultramarinos!
No tiene nada que ver la ayuda a las clases más desfavorecidas con el poder de influencia de la iglesia en la sociedad y la política y cómo lo utiliza en beneficio... ¿de quién? ¿de los católicos, de los cristianos, de la sociedad en general, del mundo entero?
Estoy harta de oír como se recurre a Cáritas para explicar las bondades de la Iglesia, creo que es un argumento que no aporta lo suficiente para mejorar su imagen pública.
Está claro que la Iglesia como institución no es que influya sin pretenderlo, es que su intención es hacerlo, ¿qué grupo político o de presión no lo hace?
El “ésta es la palabra de Dios, somos muy buenos porque la seguimos, únete a nosotros” se le ha acabado. Que vayan buscando otro eslogan y definan una buena estrategia para comunicar sus bondades, que son muchas, eso nadie lo duda.
No dejes nunca este blog Leo!!! :)
Besos!
Estoy con Gema en que podrías haber profundizado un poco más en el tema de la eutanasia, aunque tampoco creo que fuese totalmente necesario.
Hay una "ramita" de lo que has escrito que se les ha escapado a todos, y que se podría enlazar con el último post de Ludovica en Semana46. Y es que la Iglesia, aunque efectivamente cuenta con Cáritas, comedores sociales, misiones y, lo creo sinceramente, hace una gran labor humanitaria, da la impresión de que sólo recurre a los medios de comunicación para los temas más absurdos (ojo, no es que sean absurdos, simplemente es que son temas ante los que considero absurda tanta manifestación), como podría ser el caso de la muerte de esta chica. Mojándome (tal vez demasiado), me parece una atrocidad que se la condene a morir de inanición, cuando hay formas mucho más rápidas de hacer que se muera.
Volviendo con lo que estábamos, Iglesia, políticos y cualquier sector de la sociedad se lanzan a opinar sobre el tema, mientras hay cosas infinitamente mucho más importantes de las que preocuparse, como la gente que sí que quiere vivir y se muere de hambre sin remedio. Pero claro, esto no vende.
INteresante debate...
Sí, efectivamente, me interesaba en este comentario sacar a colación el papel de la Jerarquía eclesiástica dentro del espacio público, concretamente su relación con el poder político. Esto es una hipótesis, pero mucho me temo, o me da la sensación, que la jerarquía anda algo nerviosa debido a su escasa influencia en el espacio público, concretamente, en aquél reducto concerniente a la política... Y decía, y me mantengo en ello, que esta marginación o escasa influencia de la iglesia (jerarquía) no ya en el espacio, sino incluso en el debate público es para mí una buena nueva... Porque con frecuencia, es la jerarquía eclesiástica la que se pronuncia en estos menesteres y con frecuencia, me parece, la jeraquía no está iluminada por la luz del evangelio. Efectivamente, Pedro, a lo largo de la historia los cristianos han sido perseguidos y este ha sido el argumento oficial "no escrito" que ha justificado la unión o apoyo posterior de la Iglesia al poder político (el siglo XX nos ha dejado numerosos ejemplos de dichas alianzas).
Ali! me parto de la risa con tu intervención... La Iglesia nececista a una buena publicista como tú ;-).
Y sí, María, tienes razón, pero esa es la lógica de los medios, destacar unos temas y relegar otros al olvido...
un abrazo a todos! qué alegría seguir charlando con vosotros desde este lado del océano!
bsssss
"A lo largo de la historia, la Iglesia ha estado unida al poder político: o ha colaborado con él o ha sido ella misma la encarnación del gobierno de turno"
Te ha faltado un supuesto en la relación Iglesia-Poder: cuando la Iglesia se enfrenta al poder en nombre de la verdad y de la justicia.
Es raro que se te olvide eso.
La Iglesia frente al poder totalitario en Polonia, Hungría, Cuba...
frente al poder fascista en El Salvador
¿Nunca oíste hablar de Ellacuría, del arzobispo Oscar Romero, en proceso de canonización...?
frente al poder USA en las Guerras del Golfo, Irak...
frente al fanatismo en tantos países africanos...
Publicar un comentario