La foto en Flickr
Desde hace unos pocos días he vuelto a estudiar en castellano. El proyecto que realizo en USA subvencionado por la Fundación Séneca, The Construction of Communicological Thinking, "me obliga" a estudiar y escribir en inglés. Pero una vez terminada la primera parte del mismo (A General Theory of Technologically Mediated Communication), voy a estar hasta principios de enero "pensando en castellano". Escribo en estos momentos un capítulo acerca de la Ontología Comunicológica, trabajo incluido en el libro Filosofía y Comunicación, coordinado por Marta Rizo. No es casualidad que mis escritos más filosóficos estén en castellano, me resulta tremendamente complicado pensar sobre cuestiones ontológicas en inglés. Supongo que la concepción del mundo más pragmática que implica la lengua inglesa, tiene algo que ver con esta dificultad mía para la abstracción más pura en el idioma de Shakespeare. Steiner ya apuntó las connotaciones culturales y de comprensión de la realidad que implica una determinada lengua.
El caso es que me encuentro desarrollando la esencia de la comunicología, la base que ontológicamente fundamenta la investigación en comunicación. Y dicha base no es otra que el humanismo (a pesar de las corrientes que dentro de nuestro campo han tratado de hacer una abstracción matemática del proceso comunicativo). Y para ello, ando leyendo el texto de Husserl La crisis de las ciencias europeas y la fenomenología trascedental. En este sentido, resulta muy clarificador el artículo de Novella Suárez CRISIS DE LAS CIENCIAS, LEBENSWELT Y TEORIA CRÍTICA.
Para Husserl, la concepción positivista de la ciencia, que lo reduce todo a hechos, abstrae y anula la subjetividad. Dicho positivismo ha provocado un erróneo desarrollo de la racionalidad, desarrollo que ha contemplado cómo la barbarie y la irracionalidad son los protagonistas de su tiempo. El sujeto ha sido degradado en favor del objeto. Por ello, el filósofo plantea la necesidad de un nuevo paradigma de ciencia, una ciencia de la vida (Lebenswelt), vida que actúa conforme a fines y crea formas espirituales. Sería un volver a ese subjetivismo que ha sido anulado por el objetivismo y el naturalismo.
En la investigación en comunicación, el positivismo ha sido materializado en el manejo de datos que han anulado la voz del sujeto, ha sido materializado en el intento de dar cuenta del proceso comunicativo sin la presencia del sujeto (bonita paradoja). Algunos ejemplos serían la teoría matemática de la información o las corrientes más netamemte cibernéticas. El positivismo es en comunicación el tratar de adecuar el análisis de los procesos interactivos humanos a fórmulas matemáticas o a modelos propios de las ciencias naturales.
En este sentido, creo que el diagnóstico de Husserl (quien no llegó a ver el estallido de la II Guerra Mundial, pero quien sí fue testigo de la primera y del auge del fascismo) deja bastante claro las consecuencias de la racionalidad positivista, es decir, de la racionalidad mal concebida y desarrollada, de la racionalidad "objetivante" que cosifica y anula al ser humano. Supongo que en el siglo XXI siempre podemos decir que llevamos más de 60 años sin ser testigos de una guerra mundial. Pero esta defensa de nuestra era es pobre, dogmática y simplificadora, dado que no contempla los desfases y perversiones que en nuestra época sigue generando la razón mecanicista.
Y con esas estamos.
Un saludo a todos!
PD. Durante las últimas semanas, no paran de entrarme comentarios "spam" en algunos de mis post. Por ello, voy a activar la opción de moderación de comentarios, con el firme compromiso de publicarlos todos, tal y como he hecho hasta hoy. Los únicos comentarios que no aceptaré serán los publicitarios. Disculpad las molestias, pero me niego a que mi blog se convierta en una plataforma de publicidad basura. Sé que lo entendeis.
Otro saludo a todos!!