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jueves, febrero 04, 2010

Y Heidegger estaba equivocado: sobre la rehabilitación del humanismo retórico (por Ernesto Grassi)


vitruvian man leonardo da Vinci by Leonardo da Vinci Foundation Italy.
Vitruvian man en flickr

No puedo con Heidegger, es un autor al que le tengo especial manía. Heidegger es oscuro y presenta una inestabilidad conceptual que me pone de los nervios. Alguna vez que lo he trabajado, he terminado utilizando largas citas de él porque no soy capaz de expresar con mis propias palabras lo que dice (siempre temo no estar interpretando correctamente su complejo pensamiento). Y su figura me despierta especial antipatía, con su apoyo al nacionalsocialismo de Hitler y su distanciamiento, al mismo tiempo, de insignes autores judíos convertidos al cristianismo (Husserl o Edith Stein) siendo él rector de la Universidad de Friburgo. No, definitivamente no puedo con él. Tampoco con su rechazo del humanismo.

Sobre este útimo punto es sobre el que quería hablar hoy. El rechazo de Heidegger del humanismo, tal y como muestra Ernesto Grassi en un magnífico artículo (La rehabilitación del humanismo retórico. Considerando el antihumanismo de Heidegger), parte de un desconocimiento importante de la tradición del humanismo retórico: "Heidegger no conocía esta tradición de humanismo italiano, si la hubiera conocido no habría sido capaz de identificar con tanta indiferencia (si me perdonan la expresión) el humanismo con una antropología basada en la metafísica tradicional. Él no tenía más que un conocimiento indirecto del humanismo, con los prejuicios de las interpretaciones modernas que vieran en él un epígono filosófico de la Antigüedad" (Grassi, p. 31).

Grassi es claro en su crítica a las limitaciones de Heidegger con el humanismo. La cuestión está en que Heidegger rechaza el humanismo porque, según él, parte del problema del ser, cuando el problema principal es la palabra, "la palabra como morada del ser", dirá el filósofo alemán. Heidegger rechaza al humanismo por la mismas razones que a la metafísica tradicional, que al empezar por el problema de los entes, es incapaz de animar el problema del Ser.

Ahora bien, Heidegger, según Grassi, identificó erróneamente al humanismo con la antropología (un hablar sobre el hombre) y la metafísica tradicional (preocupada por el problema del ser), porque para la vertiente del humanismo retórico el problema esencial es el de la palabra (no el del ser), la palabra metafórica, histórica, no racional, abstracta. O dicho de otro modo, el hecho de que la lengua vive en la historicidad ligada al tiempo y al espacio y no en una racionalidad abstracta (Grassi, p. 27). Porque la palabra toma su significando dependiendo del contexto o de la situación histórica, por lo que no es racional, sino metafórica.

Las ideas humanísticas, difundidas por Vives (s. XV-XVI), alcanzarían una madurez completa con Vico (s. XVII-XVIII). Pero apareció Heidegger. Y me da que su rechazo al humanismo ha hecho un enorme daño al pensamiento social contemporáneo, que hoy tiene que lidiar, por ejemplo, con el post-estructuralismo delirante de Derrida, autor fuertemente influenciado por Heidegger (al igual que Foucault).

Sería interesante explorar esta cuestión, las influencias posteriores de un autor (en este caso Heidegger) en el pensamiento, cuando el autor en cuestión ha presentado importantes limitaciones en sus interpretaciones (la concepción del humanismo). Aunque yo no lo voy a hacer, este terreno es enteramente filosófico y no puedo adentrarme en él más de la cuenta.

Os preguntaréis que qué hago leyendo a estos textos. Muy sencillo, sigo desarrollando mi apuesta por una comunicología con base en el humanismo para el libro Filosofía y Comunicación, coordinado por Marta Rizo.

Un abrazo a todos!

lunes, diciembre 07, 2009

Pensar en inglés, pensar en castellano: a vueltas con el humanismo en Comunicación

wishful thinking... by crazyfrogleg [catching flies].
La foto en Flickr

Desde hace unos pocos días he vuelto a estudiar en castellano. El proyecto que realizo en USA subvencionado por la Fundación Séneca, The Construction of Communicological Thinking, "me obliga" a estudiar y escribir en inglés. Pero una vez terminada la primera parte del mismo (A General Theory of Technologically Mediated Communication), voy a estar hasta principios de enero "pensando en castellano". Escribo en estos momentos un capítulo acerca de la Ontología Comunicológica, trabajo incluido en el libro Filosofía y Comunicación, coordinado por Marta Rizo. No es casualidad que mis escritos más filosóficos estén en castellano, me resulta tremendamente complicado pensar sobre cuestiones ontológicas en inglés. Supongo que la concepción del mundo más pragmática que implica la lengua inglesa, tiene algo que ver con esta dificultad mía para la abstracción más pura en el idioma de Shakespeare. Steiner ya apuntó las connotaciones culturales y de comprensión de la realidad que implica una determinada lengua.

El caso es que me encuentro desarrollando la esencia de la comunicología, la base que ontológicamente fundamenta la investigación en comunicación. Y dicha base no es otra que el humanismo (a pesar de las corrientes que dentro de nuestro campo han tratado de hacer una abstracción matemática del proceso comunicativo). Y para ello, ando leyendo el texto de Husserl La crisis de las ciencias europeas y la fenomenología trascedental. En este sentido, resulta muy clarificador el artículo de Novella Suárez CRISIS DE LAS CIENCIAS, LEBENSWELT Y TEORIA CRÍTICA.

Para Husserl, la concepción positivista de la ciencia, que lo reduce todo a hechos, abstrae y anula la subjetividad. Dicho positivismo ha provocado un erróneo desarrollo de la racionalidad, desarrollo que ha contemplado cómo la barbarie y la irracionalidad son los protagonistas de su tiempo. El sujeto ha sido degradado en favor del objeto. Por ello, el filósofo plantea la necesidad de un nuevo paradigma de ciencia, una ciencia de la vida (Lebenswelt), vida que actúa conforme a fines y crea formas espirituales. Sería un volver a ese subjetivismo que ha sido anulado por el objetivismo y el naturalismo.

En la investigación en comunicación, el positivismo ha sido materializado en el manejo de datos que han anulado la voz del sujeto, ha sido materializado en el intento de dar cuenta del proceso comunicativo sin la presencia del sujeto (bonita paradoja). Algunos ejemplos serían la teoría matemática de la información o las corrientes más netamemte cibernéticas. El positivismo es en comunicación el tratar de adecuar el análisis de los procesos interactivos humanos a fórmulas matemáticas o a modelos propios de las ciencias naturales.

En este sentido, creo que el diagnóstico de Husserl (quien no llegó a ver el estallido de la II Guerra Mundial, pero quien sí fue testigo de la primera y del auge del fascismo) deja bastante claro las consecuencias de la racionalidad positivista, es decir, de la racionalidad mal concebida y desarrollada, de la racionalidad "objetivante" que cosifica y anula al ser humano. Supongo que en el siglo XXI siempre podemos decir que llevamos más de 60 años sin ser testigos de una guerra mundial. Pero esta defensa de nuestra era es pobre, dogmática y simplificadora, dado que no contempla los desfases y perversiones que en nuestra época sigue generando la razón mecanicista.

Y con esas estamos.

Un saludo a todos!

PD. Durante las últimas semanas, no paran de entrarme comentarios "spam" en algunos de mis post. Por ello, voy a activar la opción de moderación de comentarios, con el firme compromiso de publicarlos todos, tal y como he hecho hasta hoy. Los únicos comentarios que no aceptaré serán los publicitarios. Disculpad las molestias, pero me niego a que mi blog se convierta en una plataforma de publicidad basura. Sé que lo entendeis.

Otro saludo a todos!!