Tras más de cuatro años y medio dándole vueltas a la investigación, finalmente he depositado la tesis. ¿Qué significa? Pues que ya ha comenzado la cuenta atrás hasta el gran día, ese en el que defiendes tu tesis doctoral y obtienes el título de doctor (al fin!).
Tres reflexiones al hilo de esta cuestión.
1. Hacer la tesis doctoral es muy muy duro. Quien diga lo contrario miente o, en su defecto, no dice del todo la verdad. Si no quieres pasar el mal trago de la investigación puedes convertirte en un fraude, cosa que es más fácil aunque algo más cara. Con esto quiero decir que hay páginas web en las que te hacen la tesis doctoral e incluso te preparan la defensa ante tribunal!!!! Una última solución es cogerte un director de moral laxa... De esta manera, tendrás tesis, pero no conocimiento, ni saber, ni ciencia ni nada de nada...
2. (NOTA: absténganse de leer este punto los doctorandos agobiados y pasen directamente al punto 3). Si llego a saber lo que me iba costar sacarla adelante, creo que no lo hubiera intentado. Menos mal que mi inconsciencia juvenil no me hizo recapacitar en lo que se me venía encima, si no hoy no estaría inmersa en el fascinante mundo universitario. Sinceramente, si alguien me dice hace casi cinco años que he de renunciar a mis vacaciones durante todo este tiempo, constantemente rechazando planes, estudiar de 10 a 12 horas al día y entrar en estados de locura-depresión en algunos momentos... lo hubiera mandado a paseo a él, la tesis, la academia y a la comunidad científica entera.
3. Pero lo cierto y verdad es que merece la pena. Este primer período de formación es fascinante porque te queda todo por descubrir. Conforme vas investigando tomas consciencia de todo lo que te queda por saber, lo que supone además forjarte un enorme espíritu de superación.
La tesis doctoral es únicamente el inicio, el pistoletazo de salida. Trata de alargar su periodo de elaboración porque lo importante no es hacerla, sino haber aprendido en el camino. POr eso, como dice Kavafis en su famoso poema (léelo entero aquí),
"Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Posidón.
(...)
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
(...)
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas".
Mucho ánimo a todos los que estáis buscando vuestra Ítaca particular... Y deciros que no sucumbáis a los malos momentos. Si total, hay tantas Ítacas como ganas de aprender...
Yo ya encontré mi "primera Ítaca", pero ahora me quedan tantas y tantas por descubrir...
Un abrazo a todos!