miércoles, octubre 08, 2008

Crónicas académicas del medio oeste norteamericano (I parte)

[Nota: disculpad las tildes, pero como sabéis los teclados norteamericanos no las tienen… Así que a pesar de escribir en Word versión spanish, hay algunas tildes que no me reconoce el revisor ortográfico].

Ya estoy aquí, ya he aterrizado en los Estados Unidos de América y superado el tan traído jet lag (aunque creo que no lo he tenido, eso es cierto, a mí me da m’as a la vuelta, no a la ida). La verdad es que no voy a andarme con rodeos: estoy encantada de la vida, así que es posible que este post cojee un pel'in de americanismo. Queda dicho. Me comentan que el próximo paso es comprarme la bandera de las barras y las estrellas. Tiempo al tiempo.

Todo está en orden, como diría mi amigo Pedro: la gente, la universidad, la facultad…

Por partes.

Sobre la gente, es el americano intrínsecamente sencillo, directo y franco. Sin rodeos, ni mayores complejidades, lo que facilita enormemente las relaciones personales.

Con respecto a la Uni, siento que estoy como en un sueño rodeada de kilómetros y kilómetros de verdes praderas y majestuosos edificios de piedra. Esto debe ser lo mas cercano al para’iso académico. Todo funciona a la perfección (carné universitario, autorización para la biblioteca, asignación de despacho y claves de acceso, conferencias…), es como si los americanos no padecieran la temible enfermedad de la burocracia.

La facultad en la que trabajo es LA facultad. Se trata del departamento de comunicación, una carrera que es distinta a la de periodismo o publicidad. En esta licenciatura (grado) el objetivo es profundizar en la comunicación humana, así que la teoría, pragmática, retórica o los diversos tipos de comunicación (interpersonal, kin’esica, intercultural, organizacional, mediática o la que sea) son las piedras angulares en la formación de los estudiantes. Es que esto es maravilloso!! Una formación comunicativa integral, de ahí que la facultad esté en el edificio de artes y ciencias junto a filosofía y humanidades.

Me preguntaba el primer día que llegué RObert T. Craig en el camino del aeropuerto de Denver a Boulder, que c’omo estaban pensados los grados aquí en España. Y le comenté que nosotros no tenemos comunicación a secas, por lo que esa formación en teoría se reduce a determinadas asignaturas, m’as bien escasas y en general poco atractivas para el claustro (por lo que ya he comentado en otras ocasiones, ver aquí o aquí). Me dijo que si yo creía que eso iba a cambiar y le dije que s’i. No le reconocí una cosa, por aquello del amor a la patria (que en mi caso es mucho): Estados Unidos marca los pasos a seguir, por lo que si ellos viven este momento de potenciación de lo reflexivo, no me cabe la menor duda de que en unos años estaremos tal y como ellos están ahora. Aquí están de vuelta de la obsesión pragmática y técnica que asola hoy a nuestras universidades. Es cuestión de tiempo el que veamos esta situación en la universidad española.

Así que nada m’as. Sólo una ‘ultima cosa. Todo esto me provoca unas ganas terribles de seguir investigando, por lo que mi vuelta a clase ha sido estupenda (asisto como oyente a las lecciones de Craig). Esta fuerza me hace mucha falta, me queda todo por hacer, me quedan muuuchas horas de estudio, mi proyecto de investigaci'on no ha hecho sino dar sus primeros pasos. Pero bueno, poco a poco.

UN abrazo desde las cálidas américas,

PD1. Prometo mas adelante ilustrar todo esto que digo con fotos, tal y como me sugirió una, ahora, buena amiga… Todavía no puedo hacer esto porque olvidé el cable en España y ando a la busca y captura de otro nuevo…

PD2. También prometo una entrada sobre las ciudades americanas carentes del núcleo y corazón propio de las europeas.

PD3. Por cierto, muy interesante el comentario que me ha dejado un an'onimo madrileno acerca de la identidad murciana. Quiénes somos los murcianos? Puedes leerlo aquí. Suscribo lo que dice palabra por palabra.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Me alegro mucho, Leo! La verdad es que conforme iba leyendo tu apasionante cróncia de los primeros días sentía una sana envidia y pensaba: ¡quién estuviera ahí! Aprovecha al máximo esos días, para que dejen una huella profunda en tu talante investigador, docente, profesional y... lo que surja. Además, podrás contarnos el ambiente y las incidencias de la recta final de la campaña, in situ. Aguardo con interés tu próximas crónicas. Por mi parte, ya sabes que desde finales de julio estoy disfrutando de Murcia y de sus gentes con muchas ganas... Un abrazo

Leo García-Jiménez dijo...

Hola Nautilus!

Que bueno que te hayas enganchado a nuestra maravillosa tierra murciana, aho no te equivocas, jeje.

POr supuesyo, os mantendre al tanto de casi casi todo ;-)

UN abrazoo

Leo García-Jiménez dijo...

[definitivamente no se escribir sin tildes... quiero mi teclado espanol ya!!!! :-( ]


Hola Nautilus!

Que bueno que te hayas enganchado a nuestra maravillosa tierra murciana, ahi no te equivocas, jeje.

POr supuesto, os mantendre al tanto de casi casi todo ;-)

UN abrazoo

eVa dijo...

¡¡Hola, Leo!!
He tenido unos días muy ajetreados, pero no me olvido de ti. A mí también me das mucha envidia. Aprovecha al máximo la estancia. Como diría un viejo conocido, examínalo todo y quédate con lo bueno.
Un fuerte abrazo y, como siempre, gracias por compartir tus experiencias y conocimientos.

Leo García-Jiménez dijo...

Buenas Eva! yo tampoco me olvido de ti, jeje, me he pasado por tu casa y te he dejado mi saludillo alla. No sabia que estabas en ABC... enhorabuena!

bsssssssssss

María dijo...

Hola!! No me ves, pero mi cara es así como de un tonillo verde... de envidia!!!!!!! Me alegro un montón de que todo sea tan estupendo y las cosas funcionen tan bien; sin duda, es imprescindible estando fuera.
Ahora no puedo escribir más porque estoy de gorrona en la biblio, pero cuando vuelva a tener internet en mi casa te cuento: ¡por aquí las cosas también marchan!
Bye!!

Leo García-Jiménez dijo...

BUenas MAria! Cuanto tiempo sin saber de ti... Claro que si, pleaseeee!, cuentanos como llevas tu tesis y tus cosicas.

un abrazo