Uno de los discursos más generalizados en la sociedad contemporánea es la crisis de sentido, la pérdida de valores del hombre moderno.
Creo que desde los medios de comunicación esta afirmación es una constante que se presenta a través de diferentes formatos: desde la típica entrevista a fulanito de tal que habla de lo mal que está el mundo; al artículo de opinión crítico hasta límites insospechados con la juventud, la clase política, la educación...
Pues bien, hay autores que no están del todo de acuerdo con estas aseveraciones, vamos, que no estamos tan mal y que la famosa crisis no es novedosa en cualquier caso, sino que ya desde el siglo XVIII se hablaba de una profunda crisis en la sociedad de aquél momento.
Estas ideas las exponene brillantemente (y brevemente, cosa que es de agradecer) Berger y Luckmann en Modernidad, pluralismo y crisis de sentido.
Lo que vienen a decir estos dos autores es que no nos encontramos inmersos en una crisis de sentido general, sino que se trata de pequeñas crisis de sentido que afectan a áreas muy concretas.
Y que mientras existan las instituciones intermedias (desde las distintas Iglesias, a los medios de comunicación, pasando por agrupaciones de diversa índole) que doten de sentido la vida del ser humano, no debemos preocuparnos.
Claro que se supone los gobiernos deben proteger a este tipo de instituciones en pos del bien común.
Teniendo esto en cuenta: ¿cómo se debe entender la reciente aprobación del matrimonio gay? ¿como la protección a este colectivo o como un ataque directo a una de las instituciones más importantes de la sociedad contemporánea, como es la Iglesia Católica?.
Conste en acta que según estos dos autores la función social que desempeña la religión es fundamental para la pervivencia de la comunidad. Por otra parte, el colectivo homosexual pide la protección de sus derechos y el reconocimiento de la normalidad en sus relaciones.
¿Ahonda el matrimonio homosexual en una de las diversas crisis de sentido de las sociedades contemporáneas? o por el contrario ¿contrarresta dichas crisis?.
¿Ha tenido en cuenta la clase política estas cuestiones?