miércoles, abril 06, 2005

Juan Pablo II "El Grande": ¿una muerte mediática?

Me llama la atención el artículo que Lola Galán escribió ayer en El País. Según la periodista, el papa Juan Pablo II ha sido "engullido por estos mismos medios (de comunicación), que han convertido el ritual fúnebre en un espectáculo planetario".


Difiero. En este artículo, se defiende un concepto de espectáculo que no comparto en absoluto.


Me explico. Creo que la mayoría de los medios de comunicación están haciendo estos días una excelente cobertura informativa. EL cadáver de Juan Pablo II no se expuso ante los ojos del mundo por el simple morbo; la razón por la que su cadáver ha copado portadas e informativos, hay que entenderla como un último homenaje al que fuera y será siempre el Papa de los jóvenes.


Entiendo el espectáculo televisivo como ese mostrarlo todo de manera impúdica; como una exhibición de la intimidad que no tiene límites. El espectáculo televisivo es elevar a la categoría de lo público historias de la vida cotidiana, de gente que tiene muy poco que aportar a la sociedad de la información. BUeno, me equivoco, aportan su intimidad, su vida privada sin mayores dilaciones.


Creo que IMbert en el Zoo Visual expone de manera brillante esta cuestión. El prestigioso autor habla de cómo la televisión se aleja cada vez mas del modelo informativo; de cómo los programas de entretenimiento y los "géneros rosa, amarillo o negro se entretejen en el discurso televisivo actual". Según el profesor "esto anima también a crear programas híbridos, como los talk shows, donde entran todos los niveles de representación de la realidad, incluyendo cultura, diversión, política y cotilleo".


Y nada tiene de impúdico, de cotilla, de divertido... honrar, rezar y rendir pleitesía a una figura que ya ha entrado en la historia, no por exhibir su intimidad, sino por su papel político y por haber sido uno de los mayores líderes espirituales de todos los tiempos.


Karol Wojtyla hizo un uso de los medios de comunicación inteligente, puesto que le permitieron llegar más y mejor a los creyentes y no creyentes. Y la mayor parte de los media han sabido reponderle como se merece, han sabido estar a la altura, realizando una cobertura informativa seria, rigurosa, documentada, respetuosa... Ése ha sido su penúltimo homenaje al Papa polaco.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bajo mi punto de vista no llevas razón del todo. Si bien los medios de comunicación han hecho una cobertura más que aceptable y respetuosa, ha sido a la vez desmesurada. A muchos nos ha dado la impresión de que han faltado voces en contra. Y es que parecía que si alguien dijera algo contrario a las acciones de este Papa, era considerado poco menos que un hereje.
¿Te parece respetuoso que el cadáver del "Papa de los jóvenes" se viera masacrado a fotos tomadas con el móvil de muchos de ellos? Ví algo de inmoralidad, palabra tan aclamada por Juan Pablo II, en el mundo del MMS esos días de exposición. ¡Que no era Copito de Nieve, coño!

Leo García-Jiménez dijo...

Yo tampoco entiendo a todas aquellas personas que fotografiaron con sus cámaras al Papa ya muerto... Personalmente, prefiero recordarlo vivo...

De todas formas, creo que esto que estamos comentando, tiene poco que ver con la cuestión que yo expongo en el post it, que no es otra que el uso que el Papa hizo de los medios de comunicación y la cobertura que éstos hicieron de su muerte.

Yo hablaba de los media... tú hablas de la gente que se metió a "reportera por un día".

Saludos!!!!!!