viernes, enero 25, 2008

Crear desde la angustia

Siempre he creído que no hay mejor fuente de inspiración que el dolor o la angustia vivida en primera persona. Y claro esto lo digo por mi propia experiencia personal. Los relatos que he escrito que más me han gustado han sido aquellos que me han nacido cuando lo he estado pasando mal.

Creo que el sufrimiento llama a las musas, porque narrar es una magnífica vía de escape, es como una forma de curar y superar el mal trance por el que estás pasando. Supongo que por eso mismo me apetecía esta tarde reflexionar sobre esto, porque hay ocasiones en las que metemos la pata, en la que herimos sin querer (en una ocasión escribí sobre esto), y la tristeza se posa en nosotros de manera irremediable (el "¿por qué lo dije? ¿por qué hice lo que hice?" vuelve una y otra vez a mi memoria...)

Supongo que en lo que a escribir relatos se refiere, mi circunstancia es bastante radical, tanto tanto, que al final sólo escribo cuando paso las noches en vela. Como esto no sucede muy a menudo, es más, como esto no sucede casi nunca, es la pescadilla que se muerde la cola: no escribo novela o relato, sólo artículos científicos sobre mi área de estudio. Quizá tampoco tengo nada que contar, quizá me faltan años para articular un relato vital de cientos de páginas. Sobre el mundo universitario, alguien dijo una vez que deberíamos escribir la tesis no al principio de nuestra vida académica, sino al final, cuando has acumulado experiencia y madurez.

Dicho lo dicho, no recordaba esta mañana bien cuál fue el sentimiento de Munch a la hora de pintar su famoso cuadro "El grito", obra que, por otra parte, se ha utilizado como metáfora de la época moderna. ¿Cuál era su estado de ánimo? Queda bastante claro en la siguiente cita.

"Paseaba por un sendero con dos amigos - el sol se puso - de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio - sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad - mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza".

4 comentarios:

María dijo...

A mí por las noches también me da por escribir: listas de la compra, esquemas, citas lapidarias que aparecen de pronto, argumentos de libros que me gustaría escribir... pero por suerte últimamente duermo bastante bien.
En cuanto a Munch, recuerdo que el año pasado me ocurrió algo parecido... pero no tenía ánimos de pintar nada!

ComuniSfera dijo...

gracias por las palabras de Munch, no las conocía y no entendí que fuera la naturaleza quien gritaba. ahora me parece aún más duro

Anónimo dijo...

astoy de acuerdo con lo que dices: pienso que cuando uno anda mal reflexiona y piensa,piensa que le sucede, que le molesta, que le gustaria cambiar, que le gustaria tener(o no tener)...con esa motivación se hacen los textos más bonitos y, por otra parte, más duros también. Cuando uno está bien, más o menos satisfecho, suele disfrutar de ese momento,lo aprovecha al máximo, se concentra en exprimirlo, no tiene tiempo para expresarlo,está bien...GRACIAS LEO

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

Algo interesante de considerar en cuanto a Munch, y el dolor como fuente de inspiración, sería considerar que bajo ese puente, estaba el hospital siquiátrico, donde su hermana estaba internada.

Creo que el arte, como una búsqueda de belleza tiene mayor fuerza cuando nada está resuelto. Es en esos instantes, cuando el ser humano, busca más allá de sí...
Saludos