Supongo que el sentido de escribir, lo que subyace tras la publicación de libros, artículos, blogs, comentarios, etc. es la necesidad innata que tiene el hombre de comunicarse con el resto de hombres. Claro está que siempre habrá "publicaciones perversas" cuyo fines sean otros, pero ésta que comento es la razón más clara que veo tras ese trabajo intelectual de plasmar aquello que pensamos.
Escribimos para ser leídos, así que escribir a la nada, carecer de destinatarios no tiene sentido alguno. Y como el ser humano necesita del sentido, ese no tener a nadie al otro lado es lo que puede provocar que terminemos dejando la pluma y el papel.
Dicho lo dicho, pasaba el otro día por mi Universidad el representante de la editorial con la que publiqué la tesis, Tecnos, para comentarme el grado de aceptación de mi libro Las teorías de la comunicación en España: un mapa sobre el territorio de nuestra investigación (1980-2006). La cosa va bien para un libro que es universitario (la "vara de medir" obras literarias es diferente), así que yo contenta (hay en España y latinoamérica casi medio millar de personas que han leído algo de lo que yo he dicho) y la editorial también (como buena empresa, quieren correr los riesgos justos). Son dos maneras de medir el éxito o el fracaso de un libro: comunicación y pecunia, dos cara de una misma moneda (diferentes pero, al fin y al cabo, inseparables). Para el autor lo importante es ser leído, el tomar conciencia de que tu mensaje, lo que quieres transmitir, no ha caído en "saco roto". No se gana dinero escribiendo libros en el ámbito académico, sino que se trata de transmitir el conocimiento, esa es la auténtica razón de ser de todo este tinglado, si no ¿para qué narices querríamos escribir algo que no lee nadie?
Mi segundo hijo académico (el primero fue la tesis) ya ha sido objeto de tres reseñas, lo que también es bueno y de agradecer, dado que alguien se ha molestado en leerse tu obra y hacerle un comentario crítico: la primera la publicaba Marta Rizo en el portal de la comunicación; la segunda, Daniel Martí Pellón (cuyos blogs sigo gran asiduidad, creo que son unas de las páginas de referencia para los que investigamos en comunicación) en la Revista Latina de Comunicación Social. Esta mañana me escribía Miquel Rodrigo Alsina para decirme que ha escrito otra reseña, esta vez para la revista Quaderns del CAC, reseña que saldrá publicada en breve.
Escribimos para ser leídos, así que escribir a la nada, carecer de destinatarios no tiene sentido alguno. Y como el ser humano necesita del sentido, ese no tener a nadie al otro lado es lo que puede provocar que terminemos dejando la pluma y el papel.
Dicho lo dicho, pasaba el otro día por mi Universidad el representante de la editorial con la que publiqué la tesis, Tecnos, para comentarme el grado de aceptación de mi libro Las teorías de la comunicación en España: un mapa sobre el territorio de nuestra investigación (1980-2006). La cosa va bien para un libro que es universitario (la "vara de medir" obras literarias es diferente), así que yo contenta (hay en España y latinoamérica casi medio millar de personas que han leído algo de lo que yo he dicho) y la editorial también (como buena empresa, quieren correr los riesgos justos). Son dos maneras de medir el éxito o el fracaso de un libro: comunicación y pecunia, dos cara de una misma moneda (diferentes pero, al fin y al cabo, inseparables). Para el autor lo importante es ser leído, el tomar conciencia de que tu mensaje, lo que quieres transmitir, no ha caído en "saco roto". No se gana dinero escribiendo libros en el ámbito académico, sino que se trata de transmitir el conocimiento, esa es la auténtica razón de ser de todo este tinglado, si no ¿para qué narices querríamos escribir algo que no lee nadie?
Mi segundo hijo académico (el primero fue la tesis) ya ha sido objeto de tres reseñas, lo que también es bueno y de agradecer, dado que alguien se ha molestado en leerse tu obra y hacerle un comentario crítico: la primera la publicaba Marta Rizo en el portal de la comunicación; la segunda, Daniel Martí Pellón (cuyos blogs sigo gran asiduidad, creo que son unas de las páginas de referencia para los que investigamos en comunicación) en la Revista Latina de Comunicación Social. Esta mañana me escribía Miquel Rodrigo Alsina para decirme que ha escrito otra reseña, esta vez para la revista Quaderns del CAC, reseña que saldrá publicada en breve.
Gracias a todos, de verdad... A mis colegas de profesión por el buen grado de aceptación, por el buen acogimiento que le han dado a mi libro y por extensión a mi propia persona; también a los estudiantes que se han hecho con un ejemplar de la obra y padecen mis disquisiciones mentales. Teniendo en cuenta que no más de 30-50 de mis alumnos han adquirido un libro, el resto, los cientos de obras que han sido distribuidas por España sobre todo, han sido estudiantes a los que no conozco y que es muy probable que ni tan siquiera ellos me conocieran a mí entonces, cuando decidieron hacerse con el texto... Gracias a toda esta gente, anónima gente.
En fin, son estos buenos impulsos para seguir adelante.