lunes, febrero 07, 2011

De vuelta estrenando Nueva Época y artículo


2010, Annus Horribilis. 2011, Final y Comienzo de todo... Podría ser este el principio de una novela. Bueno, de mi novela, esa que tengo pendiente y que algún día escribiré. Pero no, no es el comienzo de ninguna novela, sino de la nueva época de esta blog. Ha sido 2010 un gran paréntesis en mi vida marcado por la muerte, el movimiento y el tiempo frenético, a la vez que dilatado. Y este, mi blog, como buen cuaderno de bitácora que es, no podía permanecer impasible ante mis propias circunstancias vitales. En mayo de 2010 me iba a los bosques de la mano de Thoreau. Y en febrero de 2011 regreso de nuevo a la carga.

Hace pocas semanas terminaba en la Universidad de Colorado (Boulder, Estados Unidos) una larga estancia investigadora que comencé allá por octubre de 2008. Estuve en aquél lugar ininterrumpidamente hasta abril de 2010. Y a partir de abril, cada dos meses he estado volviendo a Boulder, lugar sagrado. Aquél se ha convertido en mi lugar para la reflexión, el estudio, la vida, la plenitud. Por eso siempre será sagrado.

Además, es allí donde he trabajado sobre el proyecto "la construcción del pensamiento comunicológico", intentando parafrasear aquello que Robert Nisbet hizo con la sociología a mediados del siglo pasado en La formación del pensamiento sociológico. Ya he hablado varias veces de este proyecto (por ejemplo, aquí), por eso no me repetiré. El resultado final ha sido una gran teoría general sobre la comunicación tecnológicamente mediada en la que propongo diferentes cuestiones (el giro comunicativo, la paradoja comunicativa, la comunicación como metarrelato) que debo desarrollar en un libro. Aunque no ahora. Necesito algo que no tengo: tiempo.

Vuelvo a la carga con la fe en la comunicación como fuerza transformadora del mundo, en la comunicación también como punto de vista que nos ayuda a entender nuestro entorno y lo que somos. Precisamente sobre esto versa mi último artículo (What Kind of Difference Do We Want to Make? Communication Monographs, 77(4), pp. 429-431). Lo firmo a pachas con mi maestro Robert T. Craig, uno de los teóricos más grandes que ha parido el campo de la investigación en comunicación. Lo hemos publicado en una de las principales revistas en nuestra área de estudio, Communication Monographs. Es el artíulo más corto que he escrito y, sin duda, unos de los que más me ha costado. Teníamos mucho que decir y poco espacio (1000 palabras). No me importa mucho el que tenga un alto índice de impacto (aunque también hace ilusión, para qué engañarnos), sino el saber que, por ser una revista de referencia mundial, habrá mucha gente que lo lea. Porque de esto se trata, escribimos con la convicción de ser leídos y la esperanza de que nuestro trabajo ayude a construir un mundo mejor.

Lo dicho. Vuelvo a la carga. Comienzo una vez más.

un saludo a todos!

7 comentarios:

Ángel dijo...

Siempre es una buena noticia que un blog sea retomado y sugiera continuidad.
Enhorabuena por el artículo y mucha suerte en su difusión.
Efectivamente, para eso escribimos, para que las palabras apunten a buen puerto y ayuden a los barcos a encontrar el abrigo que a menudo les niega la realidad.

Spinoff dijo...

Qué gusto tenerte activa online también, te echaba de menos. Enhorabuena por el artículo!! Un abrazo

Ruth dijo...

¡Qué gran noticia! Hace tiempo que uno de los primeros blogs de mi GReader nunca aparecía en negrita... hasta ahora.
Un gustazo que vuelvas a la carga, Leo, aquí seguiremos leyéndote y debatiendo, como siempre.
Un beso.

eVa dijo...

Leo, me alegro muchísimo que haya pasado ese año horrible y que vuelvas con tanta energía e ilusión. Enhorabuena por ese artículo y ya sabes que yo te sigo.
Un fuerte abrazo,
eVa

Leo García-Jiménez dijo...

HOla a todos! qué lujo teneros al otro lado! Gracias mil por el buen recibimiento. seguimos viéndonos por aquí y por allá ;-).

un abrazo

Pedro Jesús Teruel dijo...

Querida Leo:

Fue una gran alegría verte ayer, en la presentación de la "Teoría de la cordura" de Higinio. Y también lo es que este blog siga adelante. Varias veces entré en él para releer tu última entrada y el texto de Thoreau. Necesitamos volver a los bosques -a los de la reflexión y también a los de la comunicación- para extraerle el meollo a la vida. ¡Bienvenida de nuevo a la blogosfera!

Leo García-Jiménez dijo...

Pedro! a mí también me alegró muchísimo volverte(os) a ver. Disfruté como una enana con la presentación del libro, qué suerte haberos oído! Volver a los bosques para extraerle el meollo a la vida... Extraordinaria filosofía de vida. Tenemos una quedada pendiente.

un abrazo